Mientras se mantenga la pugna comercial entre Estados Unidos y China va a ser difícil que el índice SP 500 de la bolsa norteamericana suba con la fuerza necesaria para romper su máximo histórico. Pero no es imposible. El Nasdaq ya lo ha hecho y el SP tampoco anda muy lejos. Mi previsión es que si las escaramuzas actuales acaban en algún tipo de acuerdo, o si se entra en una guerra de trincheras en lugar de una guerra abierta, el SP atacará sus máximos anteriores y, si los rompe, vivirá un nuevo tirón alcista.
No estoy descubriendo la pólvora cuando digo que la ruptura de máximos suele tener como consecuencia nuevas subidas. En ello se basa la teoría de análisis técnico más importante que existe, la teoría de Dow. Pero también es cierto que nada sube eternamente. A veces se rompe un máximo y lo que ocurre meses después es que el mercado entra en un periodo bajista. Veamos porqué en esta ocasión podría cumplirse la teoría de Dow.
Observemos primero el gráfico nº 1 y veremos como el índice SP 500 ha superado la corrección que se produjo cuando, juntándose el hambre con las ganas de comer, a primeros de año se encadenó la subida del tipo interés del bono a 10 años con el inicio de la tensión comercial con China. Finalmente el índice aguantó ambos envites y mostro su fortaleza estableciendo un suelo alrededor de los 2.550 puntos. Sobre esa base ha reiniciado el camino alcista y ahora se enfrenta a la prueba definitiva: superar la línea verde del gráfico (máximo histórico) y consolidar esa cima.
Gráfico nº 1: El índice SP 500 camino de su máximo histórico.

El SP ha reiniciado el camino alcista y ahora se enfrenta a la prueba definitiva: superar el máximo histórico y consolidar esa cima.
Establecido el escenario, veamos a continuación los motivos por los que creo que lo siguiente que puede ocurrir – en caso de superación de los máximos anteriores – no sería un cambio de tendencia – a la baja –, sino un nuevo periodo alcista.
Gráfico nº 2: el SP 500 desde 1955 hasta hoy

Debemos ser muy pocos los estrategas de inversión que, como Ciovacco Capital Management (autores del gráfico) o yo pensamos que, más que estar al final de una tendencia alcista, estamos a la mitad de un movimiento que en los Cuadernos del mes de Diciembre me permití bautizar como ”superciclo” bursátil alcista (del SP 500)
No sería la primera vez que se produce este fenómeno. Como puede observarse en el gráfico nº 2, en 1980 se inició una tendencia alcista que, con alguna corrección importante entre medias, duró hasta el año 2000. Y curiosamente vino precedida de un largo período lateral, que duró 13 años. Una situación muy parecida a la actual, donde la tendencia alcista ha venido precedida por una banda de fluctuación que ha durado14 años.
En segundo lugar, creo que la tendencia alcista actual tiene una base fundamental muy importante económicamente hablando y no solo de análisis técnico. En esta ocasión, EE.UU. vive una de las expansiones económicas más largas de su historia (ver gráfico nº 3), que no tiene aspecto alguno de acabar en breve. Y coincide con una nueva revolución industrial (la revolución digital). Total nada.
Grafico nº 3: una de las expansiones más largas de la historia de los EE.UU.

En el gráfico nº 3 no solo vemos que la expansión ha sido larga (108 meses, línea verde), vemos también que es moderada. Aunque ahora está cogiendo fuerza – el ultimo dato del crecimiento del PIB USA ha sido del 4,1% – hasta la fecha el ritmo de expansión 2009-2018 se ha movido por debajo del 3% (el crecimiento se mide en las barras azules del gráfico nº 3).
Por el momento es un crecimiento sano y no inflacionista, es decir, un crecimiento consistente que se puede mantener en el tiempo. Porque fíjense de nuevo en el gráfico nº 3: a más potente la expansión, menos duradera. Normalmente porque los crecimientos fuertes desatan procesos inflacionistas que la Fed tiene que cortar en seco con fuertes subidas de los tipos de interés que enfrían la economía.
En tercer lugar, creo en la posibilidad de un “superciclo” porque una parte importante de la bolsa norteamericana no está especialmente cara y la que lo está justifica su precio. Podemos verlo en el gráfico número 4: si separamos el sector de tecnología de la información del resto de sectores del índice SP 500, vemos que los sectores no tecnológicos – líneas verde y roja – presentan valoraciones todavía bajas o en la media, históricamente hablando.
Gráfico nº 4: PER del SP 500 separando el sector tecnológico del resto

Una parte importante de la bolsa norteamericana no está especialmente cara. Y la que lo está justifica su precio.
En el gráfico se mide el PER, el múltiplo de valoración comúnmente aceptado en el mercado. Concretamente el que se basa en los beneficios previstos a 12 meses vista. Desde ese punto de vista ningún sector está ni siquiera cerca de los niveles de PER “forward” del periodo 2006 – 2010, por poner un ejemplo.
Pero es que si tomamos el que sí que está algo más caro respecto a la media histórica – el de la tecnología – y consideramos el extraordinario crecimiento, que no es sólo norteamericano sino mundial, de las grandes empresas tecnológicas del índice, como Apple, Amazon, Alphabet (Google), Facebook o Netflix, tendremos que admitir que esa posición de liderazgo global y su capacidad de repetirlo en el futuro en otros sectores en los que todavía no han entrado (por ejemplo el financiero) justifican una valoración superior que la que tendría un negocio con menores perspectivas de crecimiento.