Los mercados son siempre dados a los excesos. Unas veces por arriba y otras por abajo.
En los últimos tiempos, la tendencia es hacia el pesimismo. Y la victima principal son, en esta ocasión,los bancos europeos, porque son los que ya venían cargados de problemas. Y precisamente por eso no podemos perderlos de vista. Sabemos que, a la larga, nada como comprar cuando todo está francamente mal, porque es cuando se consiguen buenos precios. Y la situación bursátil de los bancos es francamente mala.
Hace tres años dije que los bancos europeos eran como las astilleros españoles(1): demasiado grandes, ineficientes, faltos de innovación y con un futuro poco rentable. Necesitados, en suma, de un fuerte proceso de reestructuración. Y fui criticado por exagerado. A esto que yo decía se añadió el desplome de los tipos de interés y el estancamiento de la economía europea, lo que nos ha llevado a la tormenta perfecta en el sector bancario, cuya imagen actual se puede ver en el gráfico nº 4.

Para que se hagan una idea de lo mal visto que esta el sector por analistas e inversores, la capitalización actual de toda la banca europea vale menos que la mitad de Microsoft. Y que Facebook vale igual o más que todos los bancos europeos juntos (cotizados en bolsa)
Ante esto, incluso yo, que he sido firme defensor de que las tecnológicas valían mucho más y los bancos mucho menos(1),considero que probablemente el mercado se está pasando. Y no me refiero tanto a la banca en su configuración actual – ha hecho méritos para ello -, sino a los bancos que van a quedar después de la “limpia” que va a sufrir el sector para adaptarse a la nueva realidad económica y financiera. En otras palabras: pronto empezará el proceso de reestructuración y tenemos que ir pensando en como aprovecharlo.
Pronto empezará el proceso de reestructuración del sector bancario europeo y tenemos que ir pensando en como aprovecharlo.
Probablemente la señal de partida la de el Banco Central Europeo. Es muy posible que, ante las dificultades del sector y su riesgo sistémico, decidan echarle un cable, que puede ir desde la compra de ETF del sector en el próximo proceso de estímulo a todo tipo de facilidades que les ayuden a salir del agujero.
Pero la ayuda del BCE tendrá un precio y, en mi opinión, ese precio será la reestructuración. En otras palabras tendrá que haber menos bancos y tendrán que ser más eficientes, competitivos y conscientes de que la digitalización también les afecta a ellos.
Si va a haber menos bancos repartiéndose el mismo pastel, los que queden tendrán un buen negocio entre manos.
Pero si va a haber menos bancos y se van a repartir el mismo pastel, puesto que actividad bancaria va a seguir habiendo, e incluso un pastel superior en el futuro porque Europa no estará eternamente estancada, en ese caso los que queden se repartirán el negocio entre menos entidades que además serán más eficientes y por lo tanto más rentables. En otras palabras: acertar en la selección de los bancos europeos del futuro será una inversión muy rentable, considerando lo bajos que están los precios de absolutamente todas las entidades, ya sean las que desaparecerán ya sean las que resultarán ganadoras.
En mi opinión hay dos formas de plantearse esta inversión, que es obviamente una inversión a largo plazo y que, insisto,hay que empezar a tenerla en el radar, pero hay que esperar a la señal de salida que darán el BCE o el inicio del proceso de fusiones y adquisiciones.
La primera forma de plantearse la inversión en el sector sería apostar por un fondo sectorial de gestión activa. Aunque en los últimos años la mayoría de los gestores que se dicen activos se han olvidado de que su misión es batir a los índices, estamos seguros de que habrá profesionales que estén dispuestos a ganarse las elevadas comisiones de gestión que cobran por su gestión teóricamente activa. Y que buscarán la forma y de centrar sus inversiones en bancos ganadores, supervivientes o que desaparezcan pero con una buena ecuación de canje en la fusión.
Porque muchas veces donde más se gana no es invirtiendo en la entidad que sobrevive, sino en la que es comprada. No olvidemos que por mucho que mande el BCE, hay que convencer a los accionistas de que vendan o fusionen sus acciones en una nueva entidad. En otras palabras, en una OPA el que sube suele ser el “opado”.
Serán ganadores los gestores que sepan elegir los bancos ganadores, los “opados” a buen precio o los que desaparezcan con una buena ecuación de canje.
Hay formas de tratar de acertar a la hora de elegir esos fondos sectoriales. Para empezar tendrán que ser fondos gestionados por gestores con un amplio “Tracking Error”(*) es decir, gente que no se limita a copiar el índice de referencia.
Para seguir habrá que escuchar o leer las ideas delos gestores. Ver si tienen ideas claras sobre como aprovechar la situación. Y Se necesitan gestores con conocimiento del sector.
Otra forma que habría de aprovechar la restructuración del sector sería no utilizar fondos de inversión, sino detectar entidades individuales que vayan a ser ganadoras. Por este motivo a continuación les comento qué condiciones deberían de tener, en mi opinión, esas entidades.
Aclaro que soy más partidario de utilizar estas opiniones para ver si coinciden con la visión de determinados gestores, para así elegir sus fondos, pero he pensado que les podría resultar de utilidad que las comparta con ustedes bien para elegir fondos, bien para elegir entidades financieras concretas en las que invertir.
Como dije al inicio pueden interesarnos más las entidades que sean compradas que las que compren.Es muy habitual que en una operación corporativa suba más la entidad adquirida que la adquiriente. En este sentido un buen gestor buscará entidades con problemas que tengan que ser absorbidas, pero que tampoco tengan demasiados problemas, porque en ese caso su valoración será muy baja. Oportunidad de compra – para el banco adquiriente –, mejor que saldo por liquidación.
Digitalizar no es solo “pintar” algo de tecnológico: digitalizar es ofrecer un servicio de forma mejor, más cómoda y más barata.
Lo otro que yo buscaría si estoy gestionando un fondo especializado en el sector bancario son esos bancos que ni van a tener que fusionarse ni van a ser adquiridos porque lo están haciendo razonablemente bien en el entorno actual. Son las entidades que han sabido adaptarse a la revolución digital – hasta donde un banco es capaz de adaptarse a la innovación – sin por ello perder calidad de servicio.
Pensemos que la forma de digitalizarse de muchos bancos ha sido simple y llanamente cerrar oficinas y obligar a la gente a utilizar aplicaciones sin ayudarles más. Y digitalizar no es solo “pintar” algo de tecnológico: digitalizar es ofrecer un servicio de forma mejor, más cómoda y más barata. Los bancos que ya estén haciendo eso se quedarán en el mercado y se quedarán con una parte mayor del pastel del negocio, concretamente el que dejarán los que no supieron innovar o adaptarse al cambio.
Si hablamos con un gestor, aparte de intentar detectar su olfato para las operaciones corporativas, o que al menos sea un tema del que vaya a estar pendiente, como analistas buscaríamos un gestor que valorara en la banca su capacidad de ofrecer servicios de valor añadido. Todos los bancos pueden ofrecer créditos y todos los bancos pueden tener cajeros, pero no todos pueden dar un buen servicio “online”, un buen asesoramiento financiero o una buena plataforma multimarca de fondos de inversión y ETFs, por poner algún ejemplo de valor añadido.
Los bancos del futuro seguramente se diferenciarán por la calidad y amplitud de sus servicios, pero también por el precio. Por ejemplo, lo de cobrar un 2 % por un fondo de inversión que se limita a replicar un índice durará lo que dure la protección política para hacerlo, como ocurre en España, pero esas cosas nunca duran eternamente. Y más si el Banco Central Europeo quiere bancos eficientes y que sobrevivan por su negocio y no por la protección política al monopolio.
Tampoco es mala idea utilizar un fondo que se limite a replicar el índice de referencia, siempre y cuando no nos cobren un 2 % por ello. Pero si hay un fondo indiciado o un ETF con una comisión de gestión de digamos el 0,4% tampoco es una mala idea, porque una vez se anime el sector a base de operaciones corporativas lo más probable es que, por lo menos al principio, afecte a todo el índice sectorial. Y a los niveles que está el sector – ver gráfico número 4 – un poco de animación sectorial puede ser mucho dinero, porque viene de muy abajo.
En cuanto al “timing”de entrada en este tipo de fondos o ETF, sus “nombres y apellidos” u otra información relevante lo daremos en tiempo real desde www.nextepfinance.com, dado que no se pueden realizar recomendaciones de compra de productos financieros desde una “newsletter” como esta. Tiene que ser desde una empresa de asesoramiento registrada en la CNMV y habilitada para realizar labores de asesoramiento financiero.