Las muchas y variadas ideas que comparto con Uds. en estos “Cuadernos de mercado” pueden dar lugar a confusión si no se resumen y organizan de vez en cuando. Y es lo que voy a hacer en este capítulo del informe. Para no alargarme, sólo comentaré las posiciones, no los motivos o las ideas que generaron las decisiones de inversión, dado que todas ellas han sido explicadas ampliamente cuando se tomaron.
En mi cartera sobrepondero la renta variable en general desde que inicié la redacción de estos “Cuadernos del Mercado” (hace ahora un año) Una buena decisión, al menos por el momento, puesto que, pese a la que está cayendo, el índice MSCI global (MSCI ACWI o “MSCI All Countries World Index”) lleva una revalorización del 16% en los últimos 12 meses.
Dentro de la renta variable, el mayor peso se lo doy a la renta variable norteamericana y, dentro de esta, al índice tecnológico Nasdaq. Es también una estrategia que mantengo desde que inicié la publicación de los “Cuadernos”, excepto por una sopreponderación temporal de la renta variable europea que corregí cuando empezó a subir el euro. El SP 500 lleva una revalorización del 16% desde entonces. El Nasdaq lleva un 24%.
El grueso o “núcleo duro” de mi cartera de renta variable está formado por un fondo global indiciado al MSCI ACWI que, como sobrepondera EE.UU. – como todos los fondos globales que siguen ese índice-, respeta mi estrategia de dar más peso a EE.UU. que a cualquier otra zona geográfica.
El grueso o “núcleo duro” de mi cartera de renta variable está formado por un fondo global indiciado al MSCI ACWI
Luego están los fondos satélite, que tienen un peso mucho menor y que son, por orden de importancia, fondos índice que siguen al Nasdaq, al DAX, al Hang Seng y al Nikkei. El DAX y el Nikkei son las únicas posiciones que pierden dinero y están en vigilancia para su posible salida de la cartera. El resto permanece.
En cuanto a mi inversión en renta fija, en realidad está formada por fondos mixtos muy conservadores (ver detalle en informe de Marzo) Llevo con ellos también desde el inicio del informe y lo han hecho en general mucho mejor que los fondos de renta fija “pura” a los que sustituyen, ya que sus duraciones (*) son muy bajas y no se han visto perjudicados por la crisis que ha sufrido el mercado de bonos.
Como comento en un epígrafe de este informe, recientemente he añadido una pequeña posición a la cartera de renta fija en forma de un fondo que invierte en bonos norteamericanos con duración entre uno y tres años, para aprovechar el diferencial de tipos entre Europa y Norteamérica. Con esta posición cambio, aunque sea de forma moderada, mi estrategia anterior de cero exposición al dólar.