Si hay una pregunta importante ahora mismo en los mercados es si el euro ha tocado techo. La renta fija norteamericana, por ejemplo, ofrece mucha más rentabilidad que la Europea y el diferencial es históricamente alto, pero nade se atreve a comprarla por miedo a que caiga de nuevo el dólar.
En el gráfico nº 3 observamos la rentabilidad del Tesoro alemán – abajo, en color naranja – en los distintos plazos y la del norteamericano – arriba, en color azul -. Es lógico que haya una diferencia – por los distintos niveles de inflación y déficit de uno y otro país – pero, en mi opinión, no está justificado un diferencial tan elevado. Fíjense, por ejemplo, en un bono a tres años: Alemania no paga interés de ningún tipo por obtener dinero a ese plazo mientras que EE.UU. paga un 2.62%
Gráfico nº 3: divergencia de rentabilidad por cupón entre EE.UU. y Alemania

¿Y que me dicen de la letra del tesoro norteamericana a un mes? Insisto: a un mes. ¡Ofrece una TIR superior en 1,12% a la del bono alemán a diez años!. Puede verlo en el gráfico nº 4: mientras que una letra del tesoro USA a un mes ofrece un 1,71% (línea blanca), un bono alemán con vencimiento a diez años ofrece un 0,59% anual (línea morada). Ergo hay un llamativo diferencial de rentabilidad a favor de la letra americana. Concretamente del 1,12% (línea roja)
Grafico nº 4: Diferencia de rentabilidad entre la letra del tesoro norteamericana a un mes y el bono USA a diez años

Dos economías de primer orden, pero, por prestarle dinero a Alemania y que te lo devuelvan dentro de diez años, te pagan solo un 0,59% anual, mientras que por prestárselo al Tesoro de los EE.UU. y te lo devuelvan en un mes la TIR del 1,71%. El impago o la perdida de valor es tan imposible en el caso norteamericano como en el caso alemán – o incluso más, porque no sabemos donde estarán la inflación o el déficit de Alemania dentro de diez años – pero los Estados Unidos de América te pagan un 1,71%.
Si la gente no está comprando deuda USA como loca es simple y llanamente por temor al dólar, es decir, a que caiga de nuevo con respecto al euro y se lleve por delante el diferencial mencionado anteriormente. Y esto afecta a todo tipo de inversiones denominadas en dólares, desde la renta variable hasta el oro o el petróleo (aunque en esos casos merece la pena asumir el coste de cubrir la divisa) De ahí la enorme importancia, para los europeos, de tratar de predecir donde está el techo del euro frente al dólar. Establecido el techo, establecido el “timing” de compra.
Si la gente no está comprando deuda USA como loca es simple y llanamente por temor al dólar.
Al menos temporalmente, ese límite se está estableciendo en 1,25 dólares por euro. Lo vemos en el gráfico nº 5, donde la divisa europea marca un doble techo precisamente en 1,25, es decir, lo toca, lo pierde, lo vuelve a intentar, lo vuelve a perder y, al menos temporalmente, abandona el intento y se estabiliza en un nivel más bajo. Que es la definición técnica de un techo. Luego, en el gráfico número seis, de mucho más largo plazo – dieciocho años – vemos que ese nivel coincide con la línea de tendencia bajista de largo plazo. Queda claro que, desde un punto de vista técnico, el nivel 1,25 es un nivel sólido.
Grafico nº 5: doble techo del euro frente al dólar en 1,25.

Grafico nº 6 El doble techo a corto es consistente con la tendencia de largo plazo EUR-USD.

Además, es curioso que esa incapacidad del euro para seguir apreciándose por encima de 1,25 se produzca cuando hay una importante crisis política en los EE.UU. y cuando, además, se habla de que un halcón monetario como el alemán Weidmann pudiera alcanzar la presidencia del BCE. En otros tiempos estas noticias habrían disparado la cotización del euro, pero no ha sido así. Podría ser que la superior rentabilidad de los activos de renta fija en dólares está finalmente empezando a atraer dinero hacia EE.UU. de fondos de inversión y de pensiones a la búsqueda de cupón.
En el informe anterior comentaba que tomaría una posición en un fondo de inversión de bonos norteamericanos con una duración de uno a tres años si se confirmaba el techo del euro en 1,26 y les daba información detallada respecto al tipo de fondo que iba a utilizar. Y es lo que he hecho: he comprado cuando he llegado a la conclusión de que así era. Una posición prudente, porque este techo podría ser temporal. Por la dejadez europea ante la apreciación de su divisa – que dificulta las exportaciones y poder alcanzar el objetivo de inflación – unida a la actitud de las autoridades norteamericanas, que están encantadas de que baje el dólar para así exportar más. Es lo que me hace ser cuidadoso, al menos por el momento, porque, por “fundamentales”, no puede estar más claro.