En los últimos números de estos “Cuadernos” he tocado en varias ocasiones el tema de la inversión en el sector bancario europeo. La idea que subyace es que bancos va a seguir habiendo, aunque vayan a ser menos y muy diferentes a los actuales y que han bajado muchísimo de precio. Es evidente que en algún momento el sector bancario europeo será una buena opción de compra y que el secreto está en el “timing” y la selección de valores. Les hablé de ambas cosas en números anteriores de estos “Cuadernos”.
Hasta ahora he compartido con Uds. algunas ideas sobre cómo ir estableciendo ese “timing” basadas en el análisis fundamental y en la lógica de la economía de mercado, es decir, en que tarde temprano tendrán que iniciarse procesos de fusiones y adquisiciones, probablemente alentados y patrocinados por el Banco Central Europeo. Y que esa puede ser una de las señales para empezar a tomar posiciones.
Pero hay otro dato o movimiento de mercado que creo puede ayudar a establecer el “timing” de entrada (sobre el cual evidentemente avisaremos en tiempo real y con recomendaciones detalladas sobre productos concretos a los clientes de Nextep Finance , www.nextepfinance.com , tan pronto consideremos haya llegado el momento de hacerlo, a través de notificaciones personalizadas)
Un cambio de tendencia en los bonos europeos supondría, casi con total seguridad, un cambio de tendencia en la cotización de los bancos
El caso es que, en nuestra labor de “vigías”, además de vigilar las noticias y movimientos que apunten a procesos de fusiones y adquisiciones, vamos a vigilar la evolución de los bonos soberanos de la Eurozona y muy especialmente los del Bund alemán. Porque un cambio de tendencia en los bonos europeos supondría, casi con total seguridad, un cambio de tendencia en la cotización de los bancos.
Si observan el Gráfico nº 3 verán como la evolución del tipo de interés o TIR del mercado de bonos y la cotización del sector bancario europeo van en la misma dirección (lo que se conoce en el mercado como una correlación directa y positiva).
Grafico nº 3: valoración del sector bancario de la Eurozona y TIR del bund alemán a 10 años

Si la caída de los tipos de interés erosiona el margen de los bancos y encima les cuesta dinero tener sus depósitos en el Banco Central Europeo, tiene toda su lógica que el anuncio de tipos todavía más bajos que representa la bajada de tipos de los bonos a largo plazo haga caer las cotizaciones de la banca.
Pero, por el mismo motivo, si ocurriera en algún momento lo contrario, es decir, que hubiera un repunte de los tipos de interés en el mercado de bonos, beneficiaría a la cotización de la banca. A niveles tan bajos como los actuales ni siquiera sería necesario un gran cambio de tendencia. Bastaría un ajuste al alza.
Que suban significativamente los tipos de interés en Europa a corto y medio plazo es muy difícil. Para que ocurra harían falta políticas valientes dirigidas a reactivar la economía europea. Y para ello harían falta políticos valientes con capacidad de liderazgo y no hay de eso en la Europa actual. No es imposible, pero es muy difícil.
A efectos de timing de compra del sector bancario, lo primero que necesitamos es establecer un suelo. Y una pista nos la pueden dar los tipos de interés de los bonos.
Pero sí podría ocurrir que, ante la constatación de que la política monetaria no da más de sí, que los políticos decidan poner algo de su parte. Eso podría establecer un suelo en los tipos de interés de los bonos, como ha ocurrido en Japón. Y, por lo tanto, un suelo a la caída del sector bancario. Y a efectos de “timing” de compra lo primero que necesitamos es establecer un suelo.
Para los clientes más agresivos la oportunidad sería doble: ponerse “cortos” en bonos europeos y largos en el sector bancario. Sobre lo primero acabamos de enviar una Nota de Análisis desde Nextep – www.nextepfinance.com -, con productos concretos que se beneficiarían de la caída del precio de los bonos. Lo siguiente que haremos, cuando llegue el momento, es incluir en las carteras recomendadas fondos especializados en el sector bancario. El conjunto es lo que técnicamente se conoce como una operación “long-short”: largos en banca europea – cortos en bonos. Hemos empezado por los bonos.
No hay tantas oportunidades de identificar activos con un cierto valor intrínseco y poder comprarlos en sus horas bajas. Y los bancos lo tienen, porque, aunque distinta, seguirá habiendo actividad bancaria. Si a esto añadimos la oportunidad de apostar, en paralelo, contra activos que puedan estar sobre valorados – como ahora los bonos europeos de largo plazo – el beneficio puede llegar a ser doble.