Si llevan tiempo suscritos a estos Cuadernos saben que, contrariamente a la posición del consenso, siempre he pensado que seguirían cayendo los tipos de interés en el mercado y subiendo por lo tanto el valor de los fondos de renta fija (1). Es eso que he estado llamando proceso de “japonización” del mercado de bonos europeo.
Pero evidentemente nada dura eternamente y en algún momento tendrán que dejar de bajar los tipos de interés en la eurozona. Tengamos en cuenta que llevan bajando más de treinta años. Y para mí que ahora estamos ante el típico caso de comprar con el rumor y vender con la noticia, donde el rumor sería el de un nuevo programa de estímulo monetario basado en la compra de bonos europeos y la noticia sería el momento en el que se anuncia. O incluso un poco antes.
Estamos ante el típico caso de comprar con el rumor y vender con la noticia. El rumor sería el de un nuevo QE y la noticia sería el anuncio.
Yo, por si acaso, no hace mucho tiempo decidí reducir mi posición en renta fija europea, no tanto porque pensara que se había acabado definitivamente el recorrido – de ahí que no eliminarla totalmente la posición – si no para evitar que se me escapara el tren del dividendo europeo, es decir, poder comprar los fondos que considero ideales para sustituir la renta fija a un precio razonable (hablo de ello en el capítulo “Fondos para sustituir a los fondos de renta fija”)
Vendí por lo tanto entonces para ir comprando fondos de “utilities” europeas y acabo de deshacer totalmente mi posición en renta fija de largo plazo europea.
¿El motivo?: el mercado ha pasado de mirar “raro” a quienes decíamos que los tipos de interés no solo no iban a subir sino que tenía que bajar y de mirarnos todavía más “raro” cuando decíamos que habría un nuevo proceso de estímulo monetario en Europa. Ahora esté en boca de todos. Y cuando todo el mundo sabe o cree saber algo ya está descontado en los precios, ergo, el margen de revalorización es ya muy pequeño.
Con la mayoría de los bonos europeos en tipo de interés negativo o cero tras treinta años de bajada de los tipos de interés, con el mercado dando por descontadas más bajadas de tipos y un nuevo proceso de estímulo monetario (QE) este es un buen momento para realizar beneficios, al menos parcialmente, en fondos de renta fija.