Llevamos mucho tiempo hablando en estos cuadernos de que la burbuja está en la renta fija (bonos) y no en la renta variable (acciones). Y que lo que tiene que caer son los precios de los bonos, es decir, que suban sus tipos de interés (1).
El proceso ya ha empezado. Los fondos de renta fija europea de medio y largo plazo caen entre el -4 % y el -8 % en lo que va del año. Ahora toca plantearnos hasta dónde pueden subir esos tipos de interés (y por lo tanto cuánto más pueden caer los bonos). Nos centraremos en los bonos norteamericanos, que son los que marcan la pauta de los del resto del mundo.
En principio los bonos caen en la medida en la que aumenta la inflación, sobre todo si el aumento inflacionario se “incrusta” en la economía, es decir, si el aumento de la inflación se mantiene a medio o largo plazo.
A más aumente la inflación o más tiempo permanezca en los niveles actuales —o parecidos—, más caerá el precio de los bonos. El motivo lo hemos explicado en el capítulo de este número de “Los Cuadernos” en el que hablamos de las ventajas de los dividendos de las acciones frente a los cupones de la renta fija.
El otro motivo por el que caerá el precio de los bonos es porque los bancos centrales, en este caso la Reserva Federal de los Estados Unidos, dejen de comprar, es decir, finalicen el proceso de estímulo monetario más conocido como QE (“Quantitative Easing”).
Como no sabemos con seguridad qué va a pasar con la inflación a partir de ahora, nos centraremos en lo que sabemos: que la Fed va a dejar de comprar bonos. Y para saber cuál será el efecto de su retirada aplicamos el razonamiento inverso a lo ocurrido en el precio de los bonos como consecuencia de las compras realizadas por la Reserva Federal para compensar el daño del confinamiento.
¿Hasta dónde podría llegar el tipo de interés del bono? Las estimaciones que hace el consenso de analistas apuntan a que el día que la Fed cierre el grifo estén en el 2,1 %. Y en estas cosas puramente numéricas y estadísticas aciertan bastante (donde fallan los académicos es a la hora de predecir la evolución de los mercados).
El cálculo solo recoge lo que ocurrirá como consecuencia de que la Fed deje de comprar, sin considerar lo que haga la inflación. Si entráramos en un proceso inflacionista, el tipo de interés del bono americano a 10 años superaría sobradamente ese 2 %.
Si el tipo de interés del bono a 10 años subiera del 1,50 % actual al 2 %, tendríamos una caída adicional en los fondos de renta fija de medio y largo plazo en el entorno del 10 %.Y bastante más si supera el 2 %.
De ahí vino en su día nuestro interés en localizar productos que se beneficiaran de la subida de los tipos de interés / caída del precio de los bonos, y que afortunadamente hace tiempo que ya están en las carteras recomendadas de Nextep, primero en los perfiles más agresivos y luego en todos los perfiles capaces de asumir cierto nivel de riesgo.