Resulta frustrante ver cómo mucha gente asume un determinado mantra y no comprueba si es cierto. Y lo peor es que lo hacen muchos analistas, que se supone son profesionales del sector.
Hablamos de ello en “Cuadernos” anteriores, pero nos gustaría insistir, dada la importancia del asunto. Además, una de las tareas más importantes del asesor financiero es vigilar constantemente la información y no limitarse a apuntarse a lo que se pueda decir en las redes sociales o en los medios de comunicación.
Desde hace mucho tiempo —años— el mantra del consenso es que las bolsas están muy caras. Pero una empresa está cara o barata en función de cuáles vayan a ser sus ingresos.
Así que vamos con un rápido repaso, lo más gráfico posible para hacerlo menos farragoso, de cómo se estima que van a ser los ingresos de las compañías cotizadas, apoyándonos en un excelente análisis del Bank of América, informe que se ha hecho público y que por lo tanto podemos compartir con ustedes.
Empecemos lógicamente por EE. UU. El primer gráfico (Exhibit 1), que se corresponde con el gráfico n.º 3 de este Cuaderno, muestra como las estimaciones de los analistas han aumentado un 14 % desde que empezaron a publicarse los últimos datos de ingresos. En otras palabras, según iban saliendo, los analistas se iban dado cuenta de que se habían quedado cortos e iban corrigiendo el tiro —al alza— de cara al futuro próximo.
Gráfico n.º 3: Cambio en las estimaciones desde inicio de publicación de ingresos
A continuación analizamos el porcentaje de veces que los analistas se han equivocado y se han quedado cortos. Lo tenemos en el gráfico n.º 4. En su defensa es importante matizar que los gestores de las compañías tienden a dar predicciones pesimistas, para que así cuando el resultado sea mejor la noticia impulse al alza la acción de la compañía (y de paso su “bonus”).
Gráfico n.º 4: Porcentaje de empresas que superan los resultados esperados
Pero también es importante tener en cuenta que, como es lo que se hace habitualmente, el hecho de que el porcentaje sea alto es significativo, puesto que al fin y a la postre la medición es homogénea. Y últimamente los analistas se han quedado bastante más cortos de lo que suelen quedarse habitualmente —la media figura en la línea de puntos roja—. De hecho en estos últimos dos meses estamos a un nivel récord de «sorpresa» en cuanto a realidad de las ventas frente a la estimación de los analistas (78 %).
Seguimos adelante y lo siguiente que vemos es la proporción de compañías que baten las estimaciones de ingresos de los analistas, en este caso ya no solo en Estados Unidos, sino a nivel global. Es el gráfico n.º 5. Y nos encontramos de nuevo con un nivel récord de sorpresas y errores a la baja por parte de los analistas.
Gráfico n.º 5: Porcentaje de compañías que baten estimaciones de ingresos (Global)
Como puede verse, los analistas también suelen quedarse cortos a nivel global, pero últimamente más de lo habitual.
Para finalizar vamos con la “prueba del algodón” y vamos a ver si las estimaciones de ingresos —en el caso de las compañías norteamericanas— se mueven al alza o a la baja, es decir, la tendencia, que al final es lo más importante. Cuando los ingresos se mueven al alza, es lógico que los índices bursátiles tiendan al alza, y viceversa.
El caso es que tras ver el gráfico n.º 6 comprobamos que, efectivamente, una vez superado el bache de la pandemia, las estimaciones de ingresos a 12 meses vista vuelven a la tendencia alcista en el principal índice bursátil mundial, que es el SP 500. Y no olvidemos que, como ya hemos podido comprobar, esas estimaciones probablemente sean tirando a pesimistas.
Gráfico n.º 6: Tendencia de los ingresos estimados a 12 meses vista (SP 500)
La conclusión es que en relación con los ingresos y ventas de las compañías en periodo de pandemia las sorpresas están siendo en el sentido de que las estimaciones de los analistas eran demasiado pesimistas. Y también tiene todo el aspecto de que, según se vaya despejando el horizonte, la tendencia de los ingresos seguirá al alza una vez superada la pandemia.