Desgraciadamente en este negocio cada vez que se produce una desgracia tenemos que plantearnos si es una oportunidad de compra. Como dijo el Barón de Rothschild, “hay que comprar cuando suenan los cañones y vender cuando suenan los violines”.
No crean que disfruto especialmente cuando en medio de una crisis sanitaria o una guerra tengo que plantearme si es momento de comprar, vender o mantener. Pero una cosa es que no me guste y otra mi obligación. Lo que se espera de un asesor financiero es que cuide los ahorros de sus clientes y eso incluye la toma de este tipo de decisiones.
Ante la aparición de este nuevo corona virus, tenemos dos opciones: intentar convertirnos en expertos en epidemiología con un curso “on line” de 24 horas o ser serios y jugar en el campo que conocemos, el del funcionamiento de los mercados. Y hablando de científicos: escucharlos más y escuchar menos a los medios de comunicación. La foto de un grupo de chinos asustados fumigados por funcionarios de sanidad embutidos en trajes estancos y escafandra resulta irresistible hasta para el más serio de los periódicos económicos. Y no les quiero decir para la macabra crónica de sucesos en la que se han convertido los telediarios españoles.
Por lo tanto, más que elucubrar sobre la capacidad de desarrollo de este nuevo virus, deberíamos analizar qué mercados tienen potencial alcista una vez se supere esta crisis y, si decidimos aprovechar la caída, cuál podría ser el “timing” adecuado de entrada.
Más que elucubrar sobre la capacidad de desarrollo de este nuevo virus deberíamos analizar qué mercados tienen potencial alcista una vez se supere esta crisis.
Habrán observado que digo “una vez se supere esta crisis”. Aquí me apoyo en los expertos, que dicen que este virus se parece bastante al del SARS, parece ser que en un 80 %. También dicen que, por el momento, el porcentaje de mortalidad es incluso más bajo. Un 3% frente al 10% del anterior. Por lo tanto es muy posible que se acabe controlando, aunque obviamente la situación tendrá que empeorar antes de estabilizarse.
Respecto a si hay índices con una tendencia alcista a medio o largo plazo, donde una corrección pueda suponer una oportunidad de compra, la respuesta es que sí. Son tantas las recomendaciones que he realizado en los últimos años en estos “Cuadernos” a favor de invertir en las bolsas norteamericanas que insistir sería ya demasiado. Y hace meses que hablo del atractivo que supone el nivel de dividendo de la bolsa europea en un mundo de tipos de interés cero o negativos (a partir de primeros de Febrero tienen todos los cuadernos anteriores en una hemeroteca creada al efecto en la web victoralvargonzalez.com, en el apartado “Cuadernos”, donde podrán comprobar lo que les digo y ampliar la información sobre este o cualquier otra tema que hayamos tratado).
Pero me voy a detener un momento en China porque es donde, lógicamente, la corrección está siendo mayor y, en consecuencia, donde podría ser mayor la oportunidad de inversión si miramos a largo plazo.
Es fácil resumir porqué es interesante invertir en China. La inversión mezcla crecimiento de país emergente con posicionamiento en la revolución digital. Una mezcla explosiva si lo que buscamos es un índice alcista a largo plazo.
Aunque el daño a la economía que generará el pánico al virus y las medidas de control son reales, estoy convencido de que el gobierno chino va a tirar la casa por la ventana para compensar el parón económico que pueda suponer el virus. Y en China tirar la casa por la ventana significa mucho estímulo económico y monetario, ergo mucho dinero para los mercados.
Finalmente nos queda la asignatura más difícil: el “timing”. En este sentido, aparte de en la experiencia podemos apoyarnos en el concepto de volatilidad y su carácter cíclico.
Para quien no conozca bien los mercados, la mejor forma de definir la volatilidad es como definen al índice que la mide, es decir, como se define coloquialmente al VIX: le llaman el “índice del miedo”. Y su evolución es siempre cíclica. Cuando la volatilidad es muy baja, tarde o temprano repunta. Y viceversa. Lo tienen en el gráfico nº 1 de este “Cuaderno”.
Gráfico nº 1: la volatilidad medida por el VIX o “índice del miedo”.

Antes del brote del virus, la volatilidad estaba en el entorno del 12 %. Con la noticia subió al 19%. Según escribo se ha moderado al 16%. “Subidones” de volatilidad hasta cerca del 20% del índice se corresponden con situaciones de bastante miedo. Si además van acompañadas de caídas superiores al 10% en un índice, estamos comprando cuando “suenan los cañones”. Si las caídas son del 20% y la volatilidad se dispara hasta el 25%, entonces estaríamos comprando en plena guerra, es decir, muy barato.
Seguiremos informando detalladamente desde el servicio de notificaciones de Nextep Finance y seguiremos la información seria sobre evolución del virus que provenga de los organismos competentes y de la comunidad científica. El objetivo es discernir si se trata del fin de la tendencia alcista o si, como pensamos, es una oportunidad de entrada en renta variable. Y en ese caso, informar del “timing” adecuado de compra.