El problema con Soros es que nunca sabemos si está mostrando su genio de mercado o su capacidad de manipulación. La especialidad de Soros es ganar dinero apostando contra algo, lo que en el mercado se conoce como “ponerse corto”. Aunque la mayoría de los inversores no lo saben, es igual o más fácil apostar porque algo baje que apostar que suba. Con la ventaja de que las caídas suelen ser mucho más rápidas y pronunciadas que la subidas. En otras palabras, puestos a ganar dinero fácil y rápido lo mejor “ponerse corto” en un activo que piensas que va a caer.
Soros lo sabe y no será la primera vez que toma una fuerte posición contra un activo y luego trata de influir en la gente para que se asusten y vendan, ayudando así a la caída de ese activo, ganando él dinero en el proceso. Exactamente igual que cuando el gestor de un fondo de inversión comunica que le gusta un determinado valor después de haber tomado una posición en el mismo, con la sana intención de que otros inversores le sigan e impulsen la cotización al alza.
Pero Soros es también un gran profesional que no entra siempre en conflicto de interés. De hecho, muchas veces se limita a transmitir una acertada visión de la realidad. Saber diferenciar cuando hace una cosa u otra es clave para sacar partido de sus indudables conocimientos, experiencia y fuentes de información
Recientemente concedió una entrevista en la que hablo de multitud de asuntos, aunque, sospechosamente, todos apuntaban “a la baja”. Pero, por las mismas, hay que decir que lo que dijo tiene toda su lógica.
Lo primero que declaró es algo evidente, algo, que, por cierto, advierto desde hace tiempo en mis artículos y en estos “cuadernos”: la subida del dólar y de los tipos de interés norteamericanos – ambas cosas van de la mano – esta produciendo una salida masiva de dinero de los mercados emergentes. Soros piensa que eso acabará generando una crisis financiera global. Yo de momento me he limitado a decir que hay que evitar los mercados emergentes, tanto de renta fija como de renta variable.
Soros es también pesimista con la Unión Europea. Ve de forma mucho más dramática los argumentos que he dado en varias ocasiones para sobre ponderar Estados Unidos frente a la eurozona. En su opinión, la inmigración y la confrontación política que generan los populismos están llevando a una crisis de identidad europea, donde Brexit es el primer resultado visible.
Personalmente estoy de acuerdo con Soros en la descripción de las amenazas. Pero todavía no estoy convencido de que vayan a materializarse en el corto plazo.
Personalmente estoy de acuerdo con Soros en la descripción de las amenazas, tanto la que se refiere a los mercados emergentes como a la Unión Europea. Pero todavía no estoy convencido de que vayan a materializarse, al menos en el corto plazo. En cualquier caso, la opinión de Soros puede ser un índice de referencia muy útil. Si los hechos siguen inclinando la balanza hacia su planteamiento, habrá que tomar una estrategia todavía más prudente tanto respecto a Europa como hacia los mercados emergentes. Si se siguiera inclinando habría que plantearse medidas drásticas.