Mark Grant es el director de estrategia de una de esas boutiques norteamericanas (Hilltop Securities) que para EE.UU. son pequeñas, pero que en España serían grandes. Son empresas especializadas que trabajan para planes de pensiones estatales, municipales y privados. Y muchos de los mejores estrategas trabajan en ellas porque les permiten tener criterio propio y funciona la meritocracia. De ahí el interés de conocer y seguir a sus directores de estrategia.
Hoy hablamos de una de los pocos estrategas – junto al que suscribe – que predijeron que una victoria de Trump no sería mala para la bolsa USA., lo cual es más un mérito del sentido común que otra cosa, al llevar el candidato bajo el brazo un plan económico absolutamente “pro negocios”. A mi lo que me extraña es que el consenso no se le pasara por la cabeza y se quedara solo con el personaje público, sin leer su programa y considerar el hecho de que es un empresario de éxito, cuestiones personales, políticas y de buen gusto aparte.
El caso es que Mark Grant “pasó” del consenso y ahora “pasa” de los de la burbuja (eso si que tiene mérito) Realmente no pasa, sino que hace una lectura distinta. Parecida a la que hice yo hace tiempo sobre la “gasolina” que supone para los mercados la enorme cantidad de dinero que hay en el sistema . El no dice que no haya burbuja, sino que el resultado puede ser diametralmente distinto al que plantea el consenso.
Para Mark Grant, la enorme cantidad de dinero inyectada en la economía por los bancos centrales busca desesperadamente rentabilidad, porque obviamente no toda se va al consumo. Ahora bien, el va más allá: esto también afecta – positivamente – a los bonos, y no solo a las acciones. Vamos, que la famosa burbuja no es mala y va a estar haciendo que suban bonos y acciones durante una buena temporada
Así que Grant no solo lleva la contraria al consenso y a los de la burbuja, sino que va tan lejos como para llevársela a los del “riesgo asimétrico”, los mismos que, por cierto, se perdieron la subida de los bonos del 2016 .
Grant no solo lleva la contraria al consenso y a los de la burbuja, sino que va tan lejos como para llevársela a los del “riesgo asimétrico”.
En otras palabras, para Grant queda subida para rato, tanto de las bolsas como de los bonos, porque el grueso del dinero del QE está buscando rentabilidad. Y tardará muchísimo tiempo en ser retirado del sistema, pues la reducción del balance de los bancos centrales puede durar más de una década. De hecho, empieza tímidamente ahora, y sólo en EE.UU.
Me cuesta admitir la posibilidad de que todavía pueda ganarse dinero invirtiendo en bonos – excepto en los corporativos de media y baja calidad crediticia que como habrán visto en informes anteriores sigo recomendando – pero reconozco que Grant tiene un argumento de peso: el dinero que busca cupón y no puede o no quiere ser invertido en renta variable tendrá que ir a algún sitio.
Si a lo anterior unimos lo explicado en los epígrafes de renta fija de este informe, entonces podría ser que Grant no solo piense diferente, sino que, además, podría tener razón.