A lo mejor es eso que los británicos llaman “wishful thinking,” pero el caso es que se suceden una serie de noticias que, como todas las importantes, pasan desapercibidas. Y podrían ser muy importantes para los mercados, en este caso los mercados de renta fija y variable europea.
Primero la despedida de Draghi y su mensaje: “si en algo hay unanimidad en el Banco Central Europeo es en que ya hemos hecho todo lo que podemos hacer y ya es hora de que actúen los políticos”. Se refiere a que lleven a cabo reformas que ayuden a dinamizar la economía europea, es decir, eliminar el yugo burocrático, regulatorio e impositivo que estos políticos han creado al tejido empresarial o, en su defecto, que pongan en marcha un plan de estímulo fiscal que sirva para encender la mecha de la economía privada. Poner el dinero barato no es suficiente para que las empresas inviertan, los bancos presten y los consumidores consuman. Y en esto coincide también el Bundesbank alemán. Por lo tanto asistimos a un mensaje claro, unánime y que obviamente comparte la nueva presidenta del Banco Central Europeo.
Mensaje unánime del BCE a los políticos, cambio de posición en la CDU y nombramiento de una mujer claramente pro europea en el BCE por parte alemana.
A continuación, nos enteramos de que, si bien ha tenido poca repercusión en los medios y no habido ningún analista que lo comente en las redes sociales, la CDU, el partido de Angela Merkel, ha decidido cambiar de postura y, en un giro radical, ha admitido la posibilidad de utilizar el superávit alemán para lanzar planes de estímulo fiscal si lo necesitara la economía alemana e incluso aprovechar la oportunidad de los tipos negativos para emitir deuda.
Para cerrar el círculo de noticias interesantes que pasan desapercibidas – pero que pueden tener impacto en el futuro en los mercados – Angela Merkel nombra a Isabel Schnabel para el consejo ejecutivo del BCE . Proviene del mundo académico, pero no parece del prototipo de académicos que desconocen el mundo real. Tiene 48 años, por lo que hay cierta esperanza de que entienda cosas como que estamos en una revolución industrial, la digital, cuya tendencia es claramente desinflacionista. Pero lo más importante de su nombramiento y de su perfil es que si en algo se ha significado es en la defensa del proyecto europeo. Y Europa necesita reiniciar y dinamizar su economía si no quiere que el estancamiento económico y su consecuencia, los populismos y los nacionalismos, acaben con su proyecto de unión.