Hasta ahora había una cierta coincidencia – y me incluyo – en que el nivel interesante para entrar en el bono norteamericano con vencimiento a diez años sería cuando alcanzara o se acercara a un tipo de interés del 4%.
Mi estrategia era tener – como tengo – bonos de corto plazo en dólares – que se benefician de la subida de los tipos de interés, pues cada renovación es a un tipo superior, para venderlos y comprar bonos a diez años cuando tocaran techo los tipos de largo plazo (idealmente cerca del 4%). Y lo mismo si utilizamos fondos de inversión que inviertan en esos activos: traspasar de uno de bonos de corto plazo a uno de bonos de largo plazo.
Lo que busca un inversor de renta fija es “fijar” un buen cupón y sentarse a cobrarlo. Directamente o a través de un fondo de inversión. En Europa ese cupón es históricamente bajo, pero en EE.UU. es diferente. Ahora bien, si la curva dice lo que parece que dice, va a ser muy difícil que el bono a diez años llegue a ofrecer un tipo de interés cercano al 4%. Así que hay que bajar el listón. Visto lo visto, lo ideal sería poder “cerrar” un tipo de interés ligeramente por encima del 3%. Y esto es consistente con la realidad de la inflación en aquel país y no con la visión un tanto anticuada de la “Fed”.
Visto lo visto, lo ideal sería poder “cerrar” un tipo de interés ligeramente por encima del 3%.
Fíjense en el gráfico nº 4. La línea azul representa la inflación “normal”, más conocida en Europa como Indice de Precios al Consumo (IPC). La línea de trazo negro representa la inflación “Subyacente”, medida que excluye los elementos más volátiles a la hora de calcular los precios, lo que la convierte en un dato más fiable a largo plazo. Cómo puede observarse, pese a la volatilidad del IPC, ambas medidas de la inflación acaban coincidiendo. Y ahora mismo más el IPC hacia la subyacente que a la inversa.
Gráfico nº 4: Inflación e inflación subyacente en EE.UU.

Pues bien, la inflación subyacente (“Core inflation”) lleva estabilizada en el 2% o por debajo desde el año 2008. Y no tiene mucha pinta de que esa tendencia vaya a cambiar en breve. Los motivos los he explicado en informes anteriores y tienen mucho que ver con el efecto desinflacionista de la revolución digital, la globalización, la pérdida de poder de negociación los sindicatos, la subida del dólar o la caída del precio de las materias primas. El tipo de interés “neutral” podía ser el 3% cuando la inflación era del mismo nivel o ligeramente superior. Ahora me aventuraría a decir que está más cerca del 2% que del 3%.
En consecuencia y visto lo visto, si en algún momento el bono USA con vencimiento a diez años – u otro bono con vencimiento a medio/largo plazo – superara claramente el 3% podría ser interesante ir traspasado dinero de bonos de corto plazo en dólares a bonos de largo plazo en la misma divisa.
Si el bono USA a diez años superara de nuevo el 3% podría ser interesante ir traspasado dinero de bonos de corto plazo en dólares a bonos de largo plazo.
Alguien podría preguntarse, con toda la razón, como va a volver a superar el bono a diez años el 3% de interés, si lo que está haciendo la curva de tipos es aplanarse e incluso podría invertirse. Si es así ya no volveríamos a ver a los bonos por encima de ese tipo de interés en mucho tiempo. La respuesta es que todos los movimientos tendenciales de los mercados se efectúan con altibajos, también llamados dientes de sierra. Cuando cae o sube un activo no es de forma constante y uniforme. En otras palabras: es perfectamente posible que, después de haberse invertido la curva, pudiera tener un repunte ocasional del tipo de interés de largo plazo en un intento de retomar la pendiente positiva, para luego volver a aplanarse o invertirse. Esa sería la ventana de oportunidad.
Lo anterior afecta también a la deuda europea. A mi ya me parecía puro voluntarismo lo de que el BCE iba a subir los tipos de interés el próximo verano. Viendo las cifras de inflación subyacente de la Eurozona, de nuevo por debajo del 1% – un punto porcentual entero frente a los EE.UU. -, así como la debilidad de la economía europea y lo que está pasando con la curva de tipos norteamericana, no es que lo piense, es que ahora estoy convencido de que cualquier subida de tipos en Europa será para mucho más adelante. Y esto afecta mucho y muy negativamente a los fondos de renta fija “conservadores”, como veremos en el siguiente capítulo
El entorno desinflacionista europeo tiene una aplicación práctica no ya para los inversores, sino también para los deudores: podría ocurrir que, contrariamente a lo que piensa la mayoría de la gente, quienes han solicitado hipotecas a tipo variable hayan acertado. Al menos a medio plazo. Les salen mucho más baratas que las de tipo fijo y la reciente subida del Euribor podría quedarse en flor de un día. Y no les quiero decir si dentro de un año hay recesión en EE.UU. Porque si ellos se acatarran nosotros cogemos una pulmonía.