Normalmente en esta sección aparecen profesionales con opiniones distintas a la mía, que nos sirven de examen para revisar mis estrategias y, en su caso, corregirlas. En el informe anterior el invitado fue Ray Dalio, que, de hecho, recomendaba ser algo más defensivo de lo que lo estaba siendo yo, que pensaba que era pronto para ello. Aún así y considerando el respeto que me merece, tal y como comenté en el informe anterior decidí seguir la recomendación de Dalio, al menos parcialmente, y sugerí reducir exposición en renta variable a los inversores que tuvieran un perfil conservador o equilibrado. Un ejemplo de que considerar seriamente las opiniones de otros es una buena idea, especialmente cuando son fundadas y vienen de profesionales con prestigio (y no de agoreros profesionales)
Hoy vuelve a estos cuadernos el fondo de Bridgewater, esta vez de la mano de uno de sus estrategas, Bob Prince. En esta ocasión tenemos la ventaja de que coincidimos plenamente en su idea de ir preparándonos para aprovechar la fuerte caída que ha tenido el mercado para considerar la posibilidad de tomar posiciones en China.
Esto me lo habrán escuchado Uds. hace tiempo, especialmente en referencia al sector tecnológico chino, así como decir que todavía era demasiado pronto. Y la gente de Bridgewater añade una idea que pienso considerar, que es no comprar sólo China, sino también sus “proveedores asiáticos”, es decir, países como Corea y empresas que cotizan en el Hang Seng de la bolsa de Hong Kong. En otras palabras, un fondo que incluya, en la medida de lo posible, tanto a China como a sus “proveedores”.
En otras palabras: un fondo que incluya, en la medida de lo posible, tanto a China como a sus “proveedores”.
Según Prince, según se acerca el final del ciclo expansivo en EE.UU. y en Europa, los inversores deben considerar la posibilidad de girar hacia el Este. Personalmente no entiendo muy bien a que se refiere con “ciclo expansivo en Europa”. Tampoco creo que haya finalizado el de EE.UU. Pero creo que da en el clavo en Asia y coincide con un planteamiento que les comenté en su día: Asia es una historia de crecimiento que, además, participa en la revolución digital. El pesimismo actual crea la oportunidad de comprarla a precios atractivos.
Prince ofrece tres datos llamativos: en un año, la economía del bloque emergente asiático crecerá por un importe similar al de toda la economía de México. En cinco años por un volumen similar al de toda la economía japonesa y, en diez, el equivalente a toda la economía europea. Y no hablamos que se convertirá en, sino en que su crecimiento será “equivalente a” estas economías. Conque estas cifras sólo fueran ciertas en un 50% ya serían espectaculares y si algo tiene Bridgewater son buenos analistas, así que sobran los comentarios.