Llevo mucho tiempo asistiendo perplejo al espectáculo de como muchos ahorradores e inversores jaleaban a los economistas que despotricaban contra la “represión financiera”. Era surrealista ver como gente que tiene sus ahorros y planes de pensiones en productos de renta fija aplaudían las intervenciones, los artículos y los “tuits” de quienes pedían que subieran los tipos de interés. Si hubieran sabido cuales iban a ser las consecuencias, seguro que se lo habrían pensado dos veces antes de aplaudir.
Ahora lo saben. El tirón alcista que han tenido los tipos en el mercado les ha mostrado en toda su crudeza que pasa cuando suben los tipos de interés y, en consecuencia, cuando cae el valor de las participaciones en fondos de inversión de renta fija, fondos mixtos y la mayoría de los planes de pensiones. Porque cuando suben los tipos de interés cae el valor de los bonos (1)
El concepto de “represión financiera” hace alusión a que si los tipos son muy bajos los depósitos dan poco o nada y eso perjudica a quien vive de las rentas. Pero esa idea choca con el concepto mismo de ahorro. No se “ahorra” ni se “invierte” en depósitos. Quienes hablan de “represión” al ahorro no se han percatado que hoy en día quien ahorra o vive de sus rentas lo hace utilizando fondos de inversión y, en menor medida, planes de pensiones. Cierto, en España hay más dinero en depósitos que en fondos de inversión, pero eso es una distorsión financiera motivada por la guerra de depósitos y la desconfianza – justificada – en las entidades y operadores financieros, así como la falta de asesoramiento. No siempre ha sido así, ni lo será en el futuro.
Es más, ni siquiera los depositantes van a beneficiarse del fin de la “represión”, al menos a corto y medio plazo, porque va a pasar mucho tiempo hasta que los depósitos vuelvan a ofrecer una rentabilidad decente. Tanto como lo que va a tardar en subir la inflación en Europa, que no es poco.
El problema es que tarde o temprano el BCE sucumbirá a las presiones de los alemanes, que tradicionalmente mantienen mucho dinero en depósitos y quieren “liberarse”. Y como le va a sentar la libertad y el fin de la represión a ese fondo de renta fija o renta fija mixta que tiene Ud. y con el que lleva tantos años tan contento. Sobre todo si pasa a dirigir el BCE un alemán, lo cual es muy probable.
Estamos ante el típico ejemplo de cómo algunos economistas que son buenos en las aulas y en los libros no entienden el funcionamiento de los mercados financieros. Hablarle a un ahorrador de que sufre “represión financiera” y que lo que le vendrá bien es que suban los tipos de interés es un ejemplo muy claro de ello. El ahorrador vivía feliz con la “represión”. La bajada de tipos implicaba subida automática del valor de sus títulos o participaciones en productos o títulos de renta fija. Ahora eso va a cambiar gracias a la “liberación”
El ahorrador vivía feliz con la “represión”. Ahora eso va a cambiar, gracias a la “liberación”.
Como siempre, al final somos los economistas de a pie, los que vivimos y trabajamos en los mercados, quienes tenemos que buscar soluciones para ese dinero que vivía felizmente “reprimido” y que ahora va a vivir asustado. Veamos pues que podemos hacer para que sobreviva al fin de la “represión”, ya que los que pedían esa subida de tipos no les van a dar una solución. Eso se lo garantizo.
Afortunadamente la solución es muy sencilla y ya se la adelanté hace tiempo desde estas mismas páginas. Miren en la tabla nº 4 la evolución de estos fondos:
Tabla nº 4: fondos mixtos conservadores
Cartesio X | Rentabilidad |
Fondo | 2017 | 2016 | 2015 | 2014 |
Cartesio X | 3,63 % | 1,78 % | 1,89 % | 4,83 % |
Renta 4 Pegasus | 1,99 % | 3,86 % | 0,76 % | 2,55 % |
EDM Ahorro | 1,45 % | 2,50 % | 0,08 % | 2,40 % |
No ganan mucho, cierto, pero no está mal y, sobre todo, no hay un año en el que pierdan. Por ejemplo, 2015 fue un año muy volátil para los bonos y ya ven: todos los fondos en positivo. En 2016 cayeron fuertemente las bolsas y ninguno de estos fondos acabó en negativo. Son fondos todo terreno que llevo recomendando desde hace tiempo como alternativa a los depósitos y, más recientemente, a los fondos de renta fija.
Los gestionan un tipo de gestores que ahora que la gestión activa no aporta nada o muy poco ellos se siguen ganando el sueldo. Concretamente haciendo lo que se ha hecho siempre en las mesas de tesorería de los bancos con el dinero “de la casa”: operar a corto plazo con grandes volúmenes y, tacita a tacita, ir aportando pequeñas plusvalías sin asumir riesgos importantes.
Para alcanzar este objetivo siguen una estrategia en la que el grueso de la cartera está invertido de una manera muy conservadora mientras que el resto – una pequeña parte de la misma – se dedica al “trading” multiactivos.
Si un día la bolsa parece bien orientada, se compra. Y luego se vende al final de la sesión. Si un día cae la renta fija, se venden futuros del bono. Si van a bajar los tipos se incrementa lo que se conoce como “duración” de la cartera. Y de ahí en adelante con distintos activos – depende del gestor -, poniéndose “corto” o largo, se va sacando un pequeña pero muy estable rentabilidad anual.
Esto es lo que hacen estos productos, es lo que van a seguir haciendo y siguen siendo la mejor alternativa tanto frente a los depósitos como frente a los fondos de renta fija, especialmente ahora que estos últimos pueden pasar de ganar poco a perderlo. En finanzas la mejor solución suele ser la más sencilla.