Una de las formas que tiene el mercado de bajar la temperatura y la presión de la maquinaria bursátil es corregir excesos. No creo que, a corto plazo, vaya a finalizar el mercado alcista actual. Tampoco lo indica mi “cuadro de mandos”. Pero si que “toca” corregir.
Primero, porque, como comento en el capítulo anterior, hay un par de indicadores de calentamiento encendidos que podrían volver al verde si baja la presión. De los que he mencionado uno – en naranja – es la pendiente del mercado, los precios , que, como vemos en el gráfico nº 8, se ha separado significativamente de la tendencia subyacente y de las medias. La línea la azul es la media de las ultimas 50 sesiones. La roja representa la de las 200 ultimas.
Grafico nº 8: a corto/medio plazo, toca corrección en el SP 500

Como puede verse en el gráfico nº 8, este año el mercado americano sigue un comportamiento de libro: tirón alcista, corrección, nuevo tirón alcista.
Si consideramos que ya esta descontada la bajada de impuestos y correctamente valoradas las acciones a los precios actuales – ver comentario sobre el PER del capítulo anterior –, el indicador de posibilidad de corrección está en rojo. Podría ser una corrección leve o podría ser simplemente un periodo lateral bajista, ya que el mercado está muy fuerte, pero hay que hacerse a la idea de que puede ocurrir.
Como enfrentarse a una corrección temporal del mercado
¿Que hace un inversor de largo plazo si piensa que va a haber una corrección pero que la tendencia de fondo se mantendrá? Pues nada. No tiene que hacer absolutamente nada, so pena de equivocarse o complicarse innecesariamente la vida.
Pero, si su visión es más corto o medio plazo, la cosa cambia. Este informe tiene esa orientación porque, según mi experiencia, es la del 90% de los inversores.
Desde esa perspectiva de corto/medio plazo, si uno cree, como es mi caso, que podemos corregir pero que la tendencia alcista de fondo, de largo plazo, se puede mantener, no lo vende todo, sino que cubre la cartera o reduce posiciones.
Hay muchas y variadas formas de cubrirse. Actualmente, gracias a la llegada de los ETF, es mucho más sencillo que cuando solo se podía hacer utilizando derivados.
Básicamente consiste en añadir a la cartera un activo que suba cuando la bolsa baje, mantenerlo mientras dure la corrección y venderlo cuando consideremos que ya ha sido suficiente.
Se trata de comprar un activo que suba cuando la bolsa baje, mantenerlo mientras dure la corrección y venderlo cuando consideremos que ya ha sido suficiente.
Yo he localizado varios productos de este estilo y Ud. también puede hacerlo si trabaja con intermediarios/asesores financieros competentes y con suficiente grado de ética profesional como para que no le carguen comisiones excesivas por esta operación. Pero tenga cuidado, porque la ética no abunda en bancos y sociedades de valores. Pregunte antes. Compare precios en los “brokers”.
Lo bueno de los ETF – fondos cotizados – es que se compran y se venden en minutos. Mi intención es utilizarlos o reducir moderadamente posiciones en EE.UU. O ambas cosas. Todo dependiendo del tipo de corrección que se genere.
Prepárese, tenga un plan, así estará en condiciones de actuar si fuera necesario. Y si finalmente no es necesario, mejor que mejor. En cuanto al “timing”, es tarea de su asesor, pero, en cualquier caso, le ofrezco mi cuenta de Twitter @AlvargonzalezV, desde donde informaré al respecto (y de las cosas más interesantes que pasen en los mercados)
Otra forma de “prepararse” para una corrección consiste en incorporar a la cartera activos que llevan una evolución relacionada, pero no especialmente correlacionada, con la renta variable. Les pongo un ejemplo.
El oro es un activo que normalmente funciona bien cuando las cosas van mal. Pero este año tampoco lo hace mal cuando las cosas – las bolsas – van bien. Lo ha hecho igual o mejor que algunas de ellas. La historia nos dice que si las cosas se complican seguramente aguantará mejor que la renta variable. Podría incluso subir (depende de cual sea el motivo/excusa para la corrección/cambio de tendencia) Es, por lo tanto, un ejemplo de un activo que este año – insisto, las correlaciones hay que vigilarlas, son cambiantes – no es un lastre para la renta variable y seguramente actuaría de amortiguador si hay problemas. No es el único.
Se pueden construir carteras con activos que no estén correlacionados o no lo estén en exceso. Que puedan subir a la vez pero no depender necesariamente uno del otro. Porque juntar activos con correlaciones negativas está muy bien para cubrirse, pero, a la larga el resultado es una suma cero. No es una diversificación inteligente.