El índice de la bolsa alemana, el DAX, acaba de establecer nuevos máximos históricos y consolida así la tendencia alcista que inició en a finales del año 2013, superando la corrección que se produjo a lo largo de 2014.
Grafico nº 9: el DAX consolida su despegue

Al contrario que la mayoría de los analistas, no entro en la polémica de si es mejor el análisis técnico que el fundamental o viceversa. Creo que son métodos complementarios, no excluyentes. Para mí, el análisis fundamental dice lo que hay que comprar y el técnico cuando hay que comprarlo.
Recordarán que hace tiempo les dije que, hasta que a la bolsa europea no le quitaran el tapón del euro – de la fortaleza del euro -, sería difícil verla moverse con la misma alegría que la norteamericana. Pues bien, con un poco de ayuda de la Reserva Federal – que amenaza con seguir subiendo tipos -, de la administración Trump – que va sacando adelante su bajada de impuestos – y la “ayuda” que llega desde Cataluña, el euro ha frenado su escalada alcista. Con la moderación en la cotización del euro disminuye el temor de los inversores a que las exportaciones europeas dejen de ser competitivas.
La correlación negativa euro-bolsa europea a la que hago referencia es muy llamativa en el DAX, por la importancia de las exportaciones en la economía alemana. Y en el largo plazo el mercado sabe diferenciar entre países donde hay fortaleza económica y estabilidad política y donde no. No resulta extraño que la forma del gráfico histórico del DAX se parezca más a la del Dow Jones que a la del Eurostoxx (Ver Grafico nº 1 de este informe)
Desde el punto de vista del análisis fundamental, las señales son también inequívocas. La actividad industrial y la producción de bienes y servicios en Alemania está en máximos. Las exportaciones siguen creciendo. Incluso durante el periodo en el que ha subido el euro. Y la economía global crece de forma sincronizada y generalizada por primera vez en mucho tiempo, lo que significa demanda garantizada para los productos alemanes.