Aunque está claro que a corto plazo lo que ocurra en los mercados europeos va a depender de la evolución del coronavirus y sus consecuencias económicas, a un plazo más amplio el futuro de los mercados europeos se juega en Alemania. Y más concretamente en la política alemana.
A corto plazo será el coronavirus, pero a medio y largo plazo el futuro de los mercados europeos se juega en la política alemana.
En Alemania gobierna un partido de centro derecha, la CDU de Ángela Merkel. Ahora Ángela Merkel se quiere retirar y antes de que pase un año alguien tiene que coger el bastón de liderazgo.
Cuando todo parecía atado y bien atado, su heredera decide “pasar” y que sea otro el que lidere el partido. Esto genera una situación complicada, porque los candidatos a recogerlo son varios y de muy distinto “pelaje”. Simplificando, unos serían más partidarios de pactar con la extrema derecha nacionalista mientras que otros son más partidarios de mirar hacia el centro izquierda europeísta que actualmente encarnan los verdes o hacia la izquierda moderada que representa su actual socio de coalición, Partido Socialista (SPD). Por cierto, los verdes están en claro ascenso y son ya el referente de centro izquierda mientras que los socialistas están en claro retroceso.
La cuestión no es baladí. Si el nuevo líder de la CDU se orienta más hacia la derecha la política económica alemana seguiría siendo de máxima austeridad, lo que echaría por tierra cualquier posibilidad de estímulo económico en la Unión Europea. Los únicos países que pueden permitirse incrementar fuertemente la inversión pública en la eurozona son Alemania y los países de su órbita política.
Peor todavía: el partido a la derecha de la CDU es un partido nacionalista, es decir, poco favorable a la Unión Europea y menos a pagar los gastos de los socios con gobiernos manirrotos como los de España e Italia. Así que es fácil hacerse una idea de las consecuencias no ya para la renta variable o la renta fija, sino para el propio euro, de una coalición de la CDU con la AfD (Alternativa por Alemania). Y como en los mercados lo del efecto mariposa es una realidad, sería una gran noticia para el dólar.
El futuro de los mercados europeos es bipolar. Una coalición hacia la derecha sería negativa para las bolsas y el euro. Pero una con los verdes sería muy positiva.
La situación es totalmente extrema, porque resulta que la otra coalición posible – y ahora mismo la más probable – sería con los cada vez más poderosos verdes, que le han quitado el sitio al partido socialista en la zona del centro izquierda. Esa coalición escorada hacia el centro izquierda supondría de forma casi automática la puesta en marcha de medidas de estímulo económico, especialmente inversiones para la protección del medio ambiente. Y una visión pro europea similar a la que ha tenido siempre Ángela Merkel.
El escenario de coalición con los verdes – y a lo mejor también con el SPD – es un escenario muy bueno para las bolsas europeas porque evidentemente si hay estímulo económico en forma de inversión publica en infraestructuras medioambientales y probablemente también digitales, tiene un efecto evidente sobre la economía. Pero no sería bueno para los bonos (2), porque uno de los motivos de poner en marcha medidas de estímulo económico es sacar a Europa del proceso desinflacionista que acompaña a la euro esclerosis económica en la que está sumido el continente.
Sin ser la inversión pública el mejor remedio – el mejor es rectificar y eliminar las trabas burocráticas y regulatorias en las que han hundido el tejido productivo europeo – al menos temporalmente si que se notaría. Pero también generaría un reajuste al alza de los tipos de interés, como ocurrió en Japón.
De hecho, si fuera esta la coalición y el resultado fuera, entre otros, la puesta en marcha de planes de estímulo económico, seguiríamos calcando el proceso de “japonización” que anuncie hace siete años que se produciría (1), pues Japón abandonó la política de superávit precisamente para hacer frente al estancamiento y la deflación.
Esto no es baladí, porque si lo que ocurre en Europa es similar a lo que ocurrió en Japón es una gran pista para entender que pueden hacer a largo plazo tanto los bonos como las acciones, como comenté en el número 34 del estos “Cuadernos” correspondiente al mes de Diciembre (Páginas 5 y 12) (3)
El planteamiento que estamos haciendo parte de la base de que la CDU gane las elecciones y elija con quien forma gobierno, pero, aunque es difícil, podría ocurrir que sea uno de los partidos a su izquierda o a su derecha quien lo haga. Tanto los verdes como alternativa por Alemania están cada vez más fuertes.
Pero también está claro que cualquiera de ellos necesitaría a la CDU para montar una coalición, pues aunque nada es imposible, parece difícil que los verdes o que un partido de extrema derecha gane por mayoría absoluta. Así que monte la coalición quien la monte, el resultado sería el mismo: coalición hacia la izquierda, buena para el euro y las bolsas europeas, mala para los bonos. Coalición hacia la derecha, mala para la bolsa y probablemente para el euro. Y buena para el dólar.
Como ven, mientras nos enredamos con el coronavirus o la política española nuestro destino económico se dirime en Alemania. Porque supongo que ya habrán deducido de lo anterior que esas coaliciones también serán determinantes para establecer cuál va a ser la política de la Unión Europea respecto a los países del sur.
Mientras nos enredamos con el coronavirus o la política española, nuestro destino económico se dirime en Alemania.
Si aflojan las exigencias de la austeridad sería una gran noticia para el actual gobierno español y, aunque no deje de ser una solución temporal y artificial, permitiría cierto incremento del gasto público para compensar los serios problemas económicos que están empezando a generarse en España y que pueden llegar a ser muy graves si se alarga el miedo al coronavirus. Pero de eso hablamos en otro capítulo de este informe.