Probablemente el concepto que me resulta más antipático en relación con el mundo de la inversión es el de “riesgo asimétrico”, porque fue el argumento con el que me echaron atrás la mejor idea de inversión que he tenido en mi vida (en cuanto a su relación rentabilidad–riesgo). Y lo peor es que no fue porque hubiera tal “riesgo asimétrico”, sino porque alguien, que no conocía el término, lo había escuchado el día anterior y pensó que quedaría muy bien ante los clientes emplearlo. Como que sonaba muy técnico/ profesional, vaya. Ya sé que parece mentira, pero desgraciadamente es cierto.
“Riesgo asimétrico” define una situación en la que la expectativa de beneficio no compensa el riesgo o la volatilidad de la inversión. Es un concepto muy importante. Y si algo tiene que ser un gestor, un asesor o un analista, es ser objetivo. Así que aunque el término me resulte antipático – lo que son los traumas – nunca me olvido de medir si el riesgo de una inversión es simétrico – el beneficio compensa el riesgo asumido– o asimétrico.
“Riesgo asimétrico” define una situación en la que la expectativa de beneficio no compensa el riesgo o la volatilidad de la inversión.
Un ejemplo creo que lo tenemos este año en la renta variable emergente.
Personalmente, para 2017 he preferido y sigo prefiriendo otras opciones de riesgo a la de los mercados emergentes porque, aparte de los razonamientos económicos y financieros expresados en el informe del mes de marzo, creo que en esta ocasión la posible diferencia de rentabilidad no justifica la mayor volatilidad de los emergentes comparada con la de los mercados avanzados.
No se puede comparar invertir en China, Argentina o Brasil, con hacerlo en EE.UU., Alemania o España y, por el momento, la diferencia en volatilidad sigue sin compensar: el índice MSCI de mercados emergentes – históricamente más volátil – lleva un 9,8% en el año frente al 7% del SP 500, el 12% del Nasdaq o el 9,5% del MSCI de la Unión Europea en el momento de redactar este informe. Y, al menos por el momento, pienso que esa diferencia va a seguir siendo pequeña y que incluso alguno de los mercados avanzados elegidos podría superar a los emergentes de aquí a fin de año.
Hay muchos motivos por los que esto podría cambiar en el futuro, pero en mi cartera mantengo infraponderados los mercados emergentes frente a la eurozona y EE.UU.
Hay determinados países emergentes que si tengo en cartera – infra ponderar no significa no tener -, pero este informe no entra a analizar en países concretos, sólo en las principales zonas económicas – que por su importancia a veces coinciden con países -, así como los principales activos del mercado. El Informe de Estrategia, un informe de alto valor añadido que estoy preparando, incluirá todo tipo de países, sectores y activos en los que se pueda invertir a través de fondos de inversión o ETFs, así como información sobre el “timing” exacto para cada inversión, sea de corto, medio o largo plazo.