Una cosa que he aprendido en 20 años dedicado a los mercados financieros es que nunca se acierta en todo. Y, en la certeza de que va a ser así, es más importante vigilar tus errores que tus aciertos.
Afortunadamente este año los aciertos pesan más que los errores. Finalizado el primer semestre compartiré con Uds., la revisión de mi estrategia, pero, desde una fuerte sobreponderación de la renta variable frente a la fija, hasta la inversión en libras esterlinas y pasando por los bonos de alto rendimiento europeos o la sobre ponderación de la renta variable norteamericana y Europea, el conjunto puede decirse que “va bien”.
Pero hay una mancha: el dólar.
No es una gran mancha, pero el caso es que el euro no solo no acaba de caer y romper a la baja el nivel 1,05, sino que últimamente tiende al alza y trata de romper el 1,09. Es cierto que ya desde el primer informe les dije que no entraría hasta que la relación de cambio euro dólar cayera de forma que rompiera dicho nivel de 1,05, y que luego volví a insistir en el segundo informe, es decir, que no he llegado a realizar la inversión. Pero también es cierto que esperaba que ocurriera y no ha sido así. Y que los fondos de renta variable norteamericana que sobrepondero en mi cartera están, al menos una parte de ellos, en dólares (también se puede invertir en renta variable norteamericana con fondos en euros que cubren el riesgo divisa).
Así que vamos a ver si es conveniente cambiar de estrategia.
En mi opinión, el dólar no acaba de despegar en su relación de cambio con el euro por los siguientes motivos:
- La economía europea está mejorando más de lo esperado.
- La economía norteamericana mejora en lo que se refiere al empleo y las expectativas de los consumidores, pero menos de lo que esperaban los mercados en lo referente a los datos macro.
- Se ha enfriado el temor a un repunte significativo de la inflación.
- En consecuencia, probablemente la Reserva Federal se tome con más calma futuras subidas de tipos de interés (que serían positivas para el dólar).
¿Significa esto que tendremos un euro alcista frente al dólar en el medio y largo plazo? ¿Hay que cubrir todas las posiciones de renta variable norteamericana frente al riesgo divisa y no solo algunas? ¿O estamos solo ante un rebote después de una caída que se inició en 2014 y que toca mínimos al inicio de este año? (ver gráfico que viene a continuación).
Yo creo que he cometido un error de “timing”, no de estrategia. Sigo pensando que Europa no va a recibir el estímulo económico que recibirá Estados Unidos de la administración Trump en forma de plan de infraestructuras, fuerte bajada de impuestos, eliminación de regulaciones, gasto en defensa, etc. Y que el proteccionismo es inflacionista. En otras palabras, a largo plazo ellos juegan con ventaja.
Dicho esto, dejemos que sea el mercado el que decida si tengo o no tengo razón. El mercado es soberano y nos indicará, como dije en informes anteriores, cuál es la dirección que tomará la divisa norteamericana.
Cotización euro dólar

Por eso insisto en mi razonamiento: si la cotización euro / dólar rompe a la baja los mínimos anteriores (2015 y 2016) – es decir el euro cae por debajo de 1,05 – el mercado nos estará diciendo que la demanda de dólares sigue superando la de euros y el euro podría continuar la evolución bajista que inició en 2014 frente al dólar. Y sería el momento de comprar fondos monetarios o de renta fija de corto plazo denominados en esa divisa para aprovecharlo.
Aplicaré la misma táctica, pero a la inversa, en las posiciones de renta variable norteamericana ya compradas y que están denominadas en dólares. Es decir, si se rompe al alza el nivel 1,10 reduciré el peso los fondos de renta variable norteamericana denominados en dólares y lo aumentaré en la misma medida en los que cubren la divisa, manteniendo así el peso actual de la bolsa norteamericana en mi cartera pero reduciendo la exposición al dólar.