Desde que era un estudiante de económicas y durante casi toda mi vida profesional, la inflación era siempre no solo positiva sino de cierta magnitud. Las cosas subían el 5% , o el 3% anual, pero no el 1% o a lo sumo el 2%¿Dónde está mi inflación, que me la han cambiado?
La inflación es uno de los factores más importantes a la hora de predecir el comportamiento futuro de los mercados y la valoración de los activos financieros.
Que la bolsa norteamericana encadene uno de los períodos alcistas más largos de la historia se debe, entre otras cosas, a que la inflación ha tenido la caída más larga de la historia. Esto provocó una respuesta sin precedentes por parte de la Reserva Federal en forma de estímulo monetario masivo y bajos tipos de interés, que ha llevado mucho dinero hacia la renta variable.
Pero donde más afecta la inflación es al precio de los bonos, como es lógico. Si la inflación se dispara, afecta negativamente al valor de los fondos que invierten en bonos, los mal llamados fondos de renta fija, que es, por cierto, donde está invertido el ahorro de la mayoría de la gente. Y, en cuanto a la renta variable, aunque en el corto plazo pueda beneficiarle, si la inflación aumenta en exceso acaba perjudicando la inversión en bolsa, entre otras cosas porque fuerza a los bancos centrales a subir agresivamente los tipos de interés.
Así que tratar de tener una idea de cual puede ser el nivel de inflación en el futuro es una de las tareas más importantes que deben llevar a cabo analistas, inversores y asesores financieros.
Lo primero que observamos es que el consenso se ha vuelto equivocar. Y los del “riesgo asimétrico” también. Esperaban un fuerte repunte de la inflación para este año y no se ha producido. El consenso no entiende porqué y los del “riesgo asimétrico” tampoco. Pero entenderlo es fácil, les bastaría mirar lo que ocurre a su alrededor.
¿Acaso vemos que en el comercio minorista no haya competencia? ¿Vemos a fabricantes y distribuidores subir constantemente los precios? Salvo que te llames Apple, lo que se ve es una lucha a muerte entre proveedores de servicios digitales, distribuidores de productos “on line” y distribuidores “clásicos” o “físicos” (estos últimos porque no quieren que les quiten “su queso”) Y en ese batiburrillo de todos contra todos, un arma importante siguen siendo los precios. Bajar los precios.
En cuanto a los precios de la energía, tampoco veo que la OPEP sea lo que era. Nunca nos libraremos ni de ella ni de los combustibles fósiles, pero, si miramos a nuestro alrededor, vemos el papel cada día más importante de las energías alternativas y cual es la tendencia. Que a la OPEP le cueste ahora manipular los precios no se debe sólo a que se engañen entre ellos, porque eso lo han hecho toda la vida. En mi opinión, también tiene que ver con un cambio de modelo en el que los vehículos híbridos, los coches eléctricos o los parques eólicos son sólo la punta del iceberg.
En este gráfico podemos observar la incapacidad de la OPEP para levantar el precio del petróleo, cosa que lleva intentando desde primeros de año. Y ya ven los resultados:
Gráfico: el petróleo en 2017

El mercado de trabajo también ha cambiado. Por mucho que Trump intente evitarlo, la globalización es irreversible. Y en términos de salarios, la globalización es socialista: equipara por abajo.
¿Y que me dicen de los nuevos modelos de negocio? ¿Cuantas empresas de Internet tienen “liberados” sindicales? Los de las nuevas generaciones que me lean no sabrán ni siquiera que es eso. Muchas de esas empresas están formadas por autónomos que colaboran con varias compañías y muchas veces ni siquiera comparten lugar de trabajo físico.
No entro en la ética o la justicia de esta nueva situación, pero está claro que los únicos que tienen poder de negociación son los cuadros más formados o los técnicos especializados. Y sólo relativamente, porque India o China están llenas de ingenieros de telecomunicaciones de primer nivel dispuestos a competir con quien sea por vivir en Occidente. Este no es un mundo para sindicatos y eso limita la presión inflacionista de los salarios.
Los jóvenes no saben –ni entienden - lo que es un “liberado sindical”. Este no es un mundo para sindicatos y eso limita la presión inflacionista de los salarios.
El gráfico que no quiere ver la Fed: evolución de la economía comparada con la evolución de los salarios.

Este es el gráfico que no quiere ver la “Fed”. Si lo mirara, podría observar que estamos ante un periodo de crecimiento “light”, tanto en potencia como en la magnitud de los incrementos salariales. Acordes en cada época con el nivel de inflación, como también puede observarse.
Llevo mucho tiempo insistiendo en que lo que se ha llamado revolución digital es una revolución industrial en toda regla. Y en ciertos aspectos de mucho mayor calado que las anteriores. Se pretende seguir analizando la estructura económica bajo el prisma analógico, que es como mirar la realidad a través de un cristal que la distorsiona y la hace incomprensible. La economía está cambiando y el nivel que se considera normal de inflación también. No digo que haya desaparecido, sino que hay épocas de alta inflación y épocas de baja inflación. Y esta es de las segundas.
Todo esto tiene consecuencias para los mercados. Por ejemplo: como digo en in epígrafe anterior, hay que vigilar a la Reserva Federal, porque, como siga actuando en función de la presión a la que la someten los críticos de la “represión financiera”, podría afectar al nivel de crecimiento actual y futuro. Por el contrario, si vemos que sube los tipos de interés de forma moderada y leemos en sus actas que no se limita a ceder a la presión, sino que analiza la realidad de la economía, entonces no hay problema. Pero como no entienda el nuevo escenario o se mueva al ritmo del que dirán y se pase de frenada, entonces se acabó la fiesta (de la bolsa)
Las personas que esperan a que suba la remuneración de los depósitos tendrán que seguir esperando. O ir explorando alternativas adecuadas para el inversor conservador, que, haberlas, ahílas.
En cuanto a los bonos, o los fondos de renta fija USA, podría ocurrir que, si antes el tipo de interés del bono americano al 3% era el nivel óptimo de entrada, en esta coyuntura económica probablemente lo sea el 2,5%. ¿Y que me dicen de los depósitos? Las personas que esperan pacientemente a que suba la remuneración probablemente tengan que esperar sentados. Tal vez sea el momento de ir explorando alternativas adecuadas para el inversor conservador, que, haberlas, ahílas.
En mi cartera de renta fija solo tengo bonos corporativos europeos de media y baja calidad crediticia, siempre a través de fondos de inversión y ETFs