Más adelante, en este mismo informe, analizo las perspectivas de revalorización de los fondos de renta fija europea y llego a la conclusión de que cada vez son más escasas. Como saben llevo años recomendándolos y han ido muy bien, gracias al proceso de bajada de los tipos de interés en el mercado (1) y gracias a ese proceso de “japonización” del mercado de bonos del que tanto les he hablado (2)
Pero todo tiene un límite – que analizamos en el capítulo “Cuándo vender los fondos de renta fija europea” – y “toca” responder a la pregunta del millón: ¿donde llevar el dinero proveniente de una realización parcial o total de beneficios en fondos de renta fija de la eurozona?
Hace un par de meses realicé una primera venta en mi cartera – que comenté en el “Cuaderno” correspondiente – y llevé ese dinero a fondos que invierten en “utilities” europeas. No fue tanto por la inminencia de un final en la revalorización de la renta fija, sino porque no quería que se me escapara la rentabilidad por dividendo del fondo destino. Me interesaba entrar a buen precio en empresas de servicios públicos, porque es un sector cuya política de dividendos ha sido tradicionalmente alternativa a la renta fija. Se trata de compañías de electricidad, gas y autopistas de peaje, entre otros. ¿Me creerían si les digo que no es extraño encontrar “utilities” europeas que pagan entre un 4% y un 6% de dividendo anual sobre su precio actual? Pues es cierto.
Pensaran Ud. es que hay gato encerrado. Y sí, lo hay. Se llama “contabilidad creativa”. No conozco bien el caso francés o italiano, pero cualquier analista que se precie sabe que las “utilities” españolas – especialmente las eléctricas – tienen tendencia a confeccionar sus cuentas de resultados empezando por el dividendo. Y existe el riesgo de que estas compañías pierdan el favor de los políticos o se liberalice el mercado. O simplemente que el enfriamiento de la economía europea enfríe también sus ingresos.
Mucho tendrían que bajar los dividendos para siquiera acercarse a la rentabilidad cero o negativa que dan actualmente bonos y depósitos.
Ahora bien, mucho tendrían que bajar los dividendos para ni siquiera acercarse a la rentabilidad cero o negativa que dan actualmente bonos y depósitos. Incluso si se redujeran a la mitad, que ya es decir, seguirían siendo del 3% en el caso de las “utilities”, muy por encima de cualquier depósito bancario o bono europeo de calidad. No olvidemos que un bono alemán ya da una rentabilidad negativa del – 0,40% y uno español solo ofrece un 0,35% positivo (ha llegado a ser un 0,20% hace poco).
Pensemos además que utilizando un fondo de inversión – o mejor todavía un ETF – estamos diversificando el riesgo de bajada del dividendo porque diversificamos entre muchas empresas y no van a bajarlo todas a la vez. Además, si el gestor hace su trabajo tratará de analizar si se pueden mantener los ingresos en las compañías que elija, porque en ese caso se puede mantener el dividendo.
La estimación de ingresos a uno o dos años de una empresa es un dato bastante predecible. Y si dividimos los ingresos por acción estimados por el dividendo obtenemos el ratio de cobertura del dividendo, es decir, un número que nos dice hasta que punto está “seguro” nuestro dividendo. Esto reduce la lista de candidatos, pero aún así queda una lista muy larga.
Otra buena pregunta sería la de cuál es el riesgo si baja la bolsa, porque, al fin y al cabo, se trata de acciones. La respuesta sería doble: primero, creo que la bolsa europea en general mantendrá su tendencia alcista actual – al menos moderadamente alcista – en el medio plazo, por motivos que he explicado en informes anteriores. Segundo, porque este tipo de valores tienen una volatilidad bastante menor que la del mercado en general. Nadie ha sufrido perdidas importantes con una cartera formada mayoritariamente por empresas de servicios públicos europeas.
El problema es que hay muy pocos fondos de inversión que se vendan en España centrados en el sector de los servicios públicos. De hecho la mejor opción es un ETF, pero los distribuidores españoles de productos financieros, con la inapreciable ayuda del gobierno, han creado fuertes barreras de entrada para evitar que estos productos tan competitivos sean de fácil acceso a los inversores españoles.
A través de nuestra empresa de asesoramiento daremos información con nombre y apellidos sobre fondos y de ETF que invierten en “utilities”
Aún así, próximamente daremos información con nombre y apellidos – tanto de fondos como de ETF que invierten en “utilities” – a través de nuestra empresa de asesoramiento (tienen más información en https://www.nextepfinance.com/).
Lo haremos “fuera de carta”, a través de una notificación vía Nota de Análisis, dado que no es posible incluirlos en las carteras, dado que todavía son muy pocas las entidades que los distribuyen – en el caso de los fondos – y no tenemos en funcionamiento nuestro servicio de selección de ETFs. Por cierto: estará en disponible en septiembre y tendrá Ud., la posibilidad de que le asesoremos en una cartera personalizada y perfilada formada por ETFs, donde las opciones de inversión son mucho mayores que en los fondos, la liquidez muy superior y las comisiones mucho más bajas.
Aquí no podemos dar nombres y apellidos porque para realizar recomendaciones específicas sobre productos concretos la ley exige que sea a través de una empresa de asesoramiento financiero regulada por la CNMV, como lo es nuestra filial Nextep Asesores Financieros EAF.
La dificultad de acceder a fondos y ETF que inviertan en el sector de empresas de servicios públicos europeas nos lleva a una segunda opción, algo menos interesante, sí, pero mucho más accesible y con menos volatilidad, que sería un fondo de renta fija mixta europea.
El dividendo también es muy alto en el Eurostoxx en general. Seguramente bajará, porque parte del Eurostoxx son bancos, pero, como en el caso anterior, podemos decir que mucho tendría que bajar para no ser interesante comparada con la rentabilidad cero o negativa de los bonos de la eurozona.
A día de hoy la rentabilidad por dividendo del Eurostoxx 50 es superior al 3%. Así, sin hacer ningún tipo de selección de valores. En consecuencia un producto que lleve un porcentaje menor de renta variable acompañado de renta fija es una opción que tiene la ventaja de ser muy accesible para el inversor y el ahorrador español. Y que la parte de renta fija sea de baja duración, para que la duración no nos haga “daño” si hubiera un repunte de los tipos de interés.
Finalmente tenemos la opción “hágaselo Ud. mismo”: pasar un 60% del importe de la venta del fondo de renta fija a una cuenta corriente – que no va a dar nada pero tampoco tiene riesgo de pérdida – y el 40 % restante traspasarlo a un fondo de renta variable europea. Financieramente es la que más me gusta después del fondo de empresas de servicios públicos, pero tiene el grave inconveniente de que aflorarían parte de las plusvalías acumuladas en el fondo de renta fija (por la parte que fuera a la cuenta corriente)