Esto que les voy a contar ahora es como para reflexionar seriamente sobre la necesidad de ser muy selectivo en todo lo referente a la gestión activa de fondos de inversión. También las grandes fortunas y clientes de banca privada, que muchas veces creen que por su carácter de buenos clientes están a salvo de que les vendan productos caros y mal gestionados. De la práctica de vender fondos de gestión peor que pasiva como si fueran de gestión activa de alta calidad no se libra nadie.
Está sobradamente comprobado que el grueso del resultado de una cartera de fondos depende de la distribución de activos (incluido en este concepto la selección de estilos de gestión). Pero ,pese a que esta norma lleva cumpliéndose desde que existen los fondos y muy especialmente en los últimos diez años, se sigue vendiendo la idea de que la forma de maximizar el resultado de una cartera de fondos se basa en la selección de gestores, cuando en realidad es sólo la guinda con la que se corona una acertada selección de activos.
Actualmente los “Hedge Funds” representan lo peor de los dos mundos. Caen más que los índices en las caídas y suben menos en las subidas. Y encima son carísimos.
El ejemplo más doloroso son los “Hedge Funds”. Y es doloroso porque son los más caros entre los fondos de gestión activa y los que se venden como productos “exclusivos” de banca privada, que se supone que tiene que ser algo bueno. Pero como podemos ver en el gráfico número uno, en los últimos diez años representan lo peor de dos mundos: caen más que el SP 500 cuando cae la bolsa y suben mucho menos en las subidas. Es más: hay años en los que el SP 500 sube y los Hedge Funds de renta variable USA incluso bajan, lo cual es el colmo.
Gráfico nº 2: “Hedge Funds” de renta variable USA, peores en las bajadas, peores en las subidas.

Vaya por delante que para mí no habría ningún problema si cayeran más que los índices en las bajadas pero en las subidas los batieran con autoridad. O que se perdieran parte de las subidas si son capaces de hacerlo mejor en las crisis o en la temporadas bajistas. En otras palabras, si estos productos realmente gestionaran, es decir, tomaran riesgos aunque a veces la jugada les saliera mal. O ganaran menos que los índices pero su volatilidad fuera mucho menor. Bastaría que en estos diez años acertaran más veces que se equivocaran para justificar sus comisiones (y las que se lleva la banca privada por colocárselos a sus clientes). El problema es que no es en absoluto el caso.
No me importaría pagar esas comisiones si estos productos realmente gestionaran, es decir, si tomaran riesgos y ganaran más que los índices, aunque a veces les saliera mal.
También es especialmente doloroso no ya por las comisiones, sino por la capacidad de maniobra que tienen. Pueden apostar a favor del mercado, en contra o apalancarse (multiplicar sus apuestas utilizando créditos) . Vamos, que juegan con ventaja. Pero casi podría deducirse de estos datos que a menos capacidad de movimiento y más cortapisas regulatorias tenga un gestor, mejor, porque cometerá menos errores. Y eso dice poco a favor de la gestión activa.
¿Cómo puede afectar esto a una cartera de fondos?
Si es usted cliente de banca privada es muy posible que le hayan incluido en la cartera algún producto de este estilo. Por ser un buen cliente.
Ocasionalmente puede resultar que haya sido un buen consejo, pero debería comprobarlo. Debe comprobar qué ha hecho el fondo desde que lo tiene en cartera y compararlo con algún índice de referencia ampliamente aceptado. Y no valen índices sintéticos creados por la propia entidad. Si se trata de “Hedge Funds” de renta variable tienen que ser los índices conocidos. Si el fondo invierte en renta variable es tan sencillo como compararlo con el SP 500 o el MSCI World Index en el periodo considerado.
En España la mayoría de los Hedge Funds son productos multi estrategia y con cierto sesgo hacia lo que se denomina retorno absoluto. En ese caso la comparación es muy sencilla: si el fondo es muy volátil se supone que también tiene que ganar mucho en las épocas buenas. Si el fondo tiene una volatilidad baja es lógico que su rentabilidad también sea moderada. La volatilidad se mueve normalmente entre el 0 % (depósito en una entidad financiera de primer nivel y el 40 % (producto de renta variable que invierta en mercados de alta volatilidad)
Si es un producto mixto, pídale a su gestor de cartera que le haga una comparación con los índices de Morningstar u otra entidad similar que sirven de referencias a los fondos mixtos con composiciones de cartera parecidas.
Una vez analizada la rentabilidad, si el fondo supera con cierta frecuencia al índice de referencia no se preocupe en analizar las comisiones. La buena gestión, igual que el buen asesoramiento, hay que pagarlos. Pero si el fondo suele hacerlo igual o peor que el índice, entonces indague sobre cuáles son los costes totales de este producto, que no son solo las comisiones, sino el ratio de gastos totales.
Aprovechamos para recordarle que si necesita ayuda a la hora de valorar la idoneidad de su cartera de fondos actual el análisis y revisión de la cartera de fondos preexistente del cliente está incluido en el “Servicio Presencial” de Nextep, que además incluye contacto directo, personal y presencial con un asesor senior de la empresa, así como con el director de análisis y estrategia. Y los servicios “Premium” y “Premium +” incluyen la posibilidad de revisar fondos concretos mediante la introducción del código ISIN correspondiente.