He comentado varias veces que uno de los motivos por los cuales hace casi 10 años que no invierto en renta variable española es porque creo que estamos repitiendo el error de perdernos una revolución industrial. Por segunda vez y por estar a otras cosas. Nos perdimos la revolución industrial propiamente dicha y en esta ocasión nos estamos perdiendo la revolución digital.
Desgraciadamente la decisión ha sido un acierto, porque este razonamiento me llevó a incrementar posiciones en el líder de la revolución digital, Estados Unidos y probablemente, en el futuro, en China, en detrimento del furgón de cola, que entre las economías avanzadas es desgraciadamente España.
A largo plazo, el posicionamiento de una economía en la revolución digital condiciona su resultado bursátil.
Es mi intención seguir teniendo muy en cuenta la importancia de la revolución digital a la hora de establecer una estrategia de inversión. Fíjense si es importante sobreponderar aquellos países o sectores que sean o vayan a ser protagonistas de la revolución digital que hasta Warren Buffett se ha quedado detrás por no haber puesto más carne en el asador digital (ver Gráfico nº 5)
Vaya por delante que, como cualquier profesional que se precie de este sector, soy admirador de Warren Buffet . Pero en plena revolución digital la consideración número uno no es el famoso estilo “Value”, sino el posicionamiento en las empresas que se van a llevar el gato al agua aprovechando un cambio estructural de esta importancia. En mi opinión esta revolución es incluso más importante que revoluciones industriales anteriores.
Volviendo a lo que les decía de Warren Buffet: en el Gráfico nº 5 tenemos la evolución de la sociedad inversora del oráculo de Nebraska, Berkshire Hathaway, comparada con la evolución del índice Nasdaq 100 – en este caso el ETF que sigue la evolución de dicho índice -. Desde el año 2003 el Nasdaq 100 ha subido un +926%, Berkshire Hathaway un +360%. Y fíjense como los momentos en los que se produce una escapada del Nasdaq frente al vehículo inversor del señor Buffet van coincidiendo con los periodos de aceleración de la revolución digital, es decir, desde el año 2010 hasta ahora.
Gráfico nº 5: ni siquiera Warren Buffet ha podido con la revolución digital

El gráfico también nos muestra algo importante que ya he mencionado en otros informes: que los fondos “de valor” son una opción muy interesante para el inversor conservador que quiere tener posiciones en renta variable.
Si bien en términos absolutos no hay discusión en cuanto a quien gana el partido, si comparamos ambas inversiones en términos de volatilidad la diferencia es importantísima. Un dato muy interesante para cuando haya que plegar velas y mantenerse al margen de las turbulencias que con total seguridad tendrá el sector tecnológico en el futuro.
Pero hablando de turbulencias futuras, el gráfico nos muestra otro dato interesante. Si ven la profundidad de la corrección de Diciembre de 2018 se puede decir que hemos tenido tan recientemente una de esas turbulencias que de alguna manera estamos vacunados durante una temporada al respecto. Si en lugar de un gráfico de 17 años miran uno desde la creación del índice verán que caídas de esa magnitud solo se producen a lo largo de intervalos largos de tiempo. Es como si de alguna manera ese tipo de caídas tan fuertes “limpiaran el mercado”. Todos los que se asustaron vendieron o bien en la propia caída o, de forma más inteligente, aprovechando la recuperación. Y los que no lo hicieron se ve que no tenían intención de hacerlo y de hacerlo lo harían a niveles bastante más altos. No es una garantía, pero si un dato a tener en cuenta.