La primera vez que escribí sobre este asunto no tuve mucho éxito, la verdad. Hablar de la “japonización” de Europa parecía exagerado y sin probabilidad alguna de producirse. Tanto es así que, al ser algo descartado por la gran mayoría de analistas, no había una palabra comúnmente aceptada para denominar un escenario en el que la eurozona entrara en un periodo prolongado de deflación y estancamiento. Así que lo llamé “japonetización” (inspirándome en el concepto económico de “monetización”). Luego, cuando ya no parecía tan imposible y se empezó a hablar de ello, se le ha llamado “japonización”. Sea “japonización” o “japonetización” la cuestión es la misma: ¿podría ocurrir en Europa?
El artículo lo publiqué en Septiembre de 2011 (2). Entonces los tipos de interés de la eurozona estaban en el 1,25 %. Ahora son del 0%, El BCE pagaba un + 0,50% por el dinero que depositaban los bancos en sus arcas. Hoy les cobra un – 0,40.% El bono alemán a diez años daba un cupón del 4% (ver eje izquierdo del gráfico nº 6 ) Ahora da un 0,20%. Si al consenso le sigue pareciendo exagerado hablar de riesgo de “japonización”, sugiero echen un vistazo al Gráfico nº 6, que compara la evolución del tipo de interés de mercado del bono alemán con su homologo japonés.
Grafico nº 6: el tipo de interés del bono japonés con vencimiento a diez años entre 1.989 y 2.002 y su homólogo alemán entre 2007 y ahora.

La línea en color azul del gráfico representa la evolución del tipo de interés – el cupón anual, eje de la derecha – del bono japonés a 10 años desde el año 1989, evolución que se produce como respuesta al proceso desinflacionista (disminución constante de la cifra de inflación) que sufría el país y que acabó en auténtica deflación (inflación negativa). La deflación llevó los tipos de los bonos a diez años un interés inferior al cero por ciento en el año 2003 (luego ha repuntado ligeramente)
Por su parte, la línea en color negro representa la evolución del tipo de interés del bono alemán desde 2007 hasta hoy. La conclusión no puede ser más gráfica: lleva once años haciendo lo mismo que hizo en su día el bono japonés. Esto podría no significar nada e iniciarse mañana mismo un repunte que finalice esta situación, pero, visto lo visto en los últimos once años, me parece cuanto menos arriesgada la forma en la que el consenso descarta totalmente la posibilidad de que sigan cayendo los tipos de los bonos en Europa y, muy especialmente, en Alemania y países adláteres.
Un cambio de escenario en la renta fija afectaría al 60% de las personas que utilizan fondos de inversión y planes de pensiones en España.
Lo anterior es de enorme trascendencia, porque afectaría a la gran mayoría de los ahorradores españoles que invierten en fondos y planes de pensiones. Si la eurozona se “japoniza”, los fondos de inversión que invierten en bonos – renta fija – recuperarían buena parte del terreno perdido cuando parecía que el BCE alcanzaría sus objetivos de inflación (y que incluso subiría tipos antes de acabar el año). No exagero si les digo que un cambio de escenario afectaría a más del 60% de las personas que utilizan fondos de inversión y planes de pensiones en España, pues ese viene a ser el peso que tiene la renta fija de distinto “pelaje” en las carteras de fondos de los españoles (fondos de renta fija y mixtos)
Los más beneficiados serían los fondos que invierten mayoritariamente en bonos alemanes y/o en bonos de largo plazo del núcleo duro de la Unión, por su parecido con los alemanes (en el sentido de ser los países más solventes de la UE, pues a más solventes, menos interés tienen que pagar porque les presten dinero). Incluso los franceses. Los españoles e italianos también se beneficiarían, pero más bien por contagio y sólo si no sube la prima de riesgo, lo cual es bastante decir, sobre todo en el caso de Italia. En el caso de España dependerá mucho de la política y del peso que tenga la extrema izquierda en las decisiones del gobierno o en los resultados electorales. A más influencia, peor para la prima de riesgo y viceversa.
¿Porqué la “japonización” sería buena para el valor de los bonos, especialmente para los de largo plazo? Pues porque, como hemos visto en el gráfico, la “japonización” genera una bajada de los tipos de interés en el mercado (línea azul del gráfico nº 6 en el caso original, el japonés). Veámoslo con un ejemplo: supongamos que tenemos un bono que da un cupón del 1% y que, un año después, el Tesoro emite un bono de similares características ofreciendo un 0,3% en lugar del 1% (como consecuencia de la bajada de los tipos de interés de largo plazo en el mercado) Ahora, nuestro bono, que ofrece el 1%, vale más en el mercado, porque el producto equivalente que acaba de salir al mercado ofrece un cupón menor que el nuestro. Nadie vendería un bono que da el 1% por el mismo precio que uno que da el 0,3% si son similares en plazo de vencimiento y calidad crediticia. El bono ha subido de precio porque su cupón fijo – de ahí lo de “renta fija” – es mayor que el nuevo tipo vigente en el mercado.
Si un fondo de inversión invierte en bonos europeos y la eurozona se “japoniza”, aumentará el valor de las participaciones de ese fondo.
Piense en la importancia de todo lo anterior. Si Europa se “japoniza” sería más interesante un fondo de inversión de renta fija – y mucho mejor un ETF, cuyas comisiones son mucho menores – que una cuenta corriente o un depósito bancario. Por su parte, los créditos se abaratarían todavía más y sería interesante pedir un préstamo a tipo variable. El problema de las pensiones se agravaría, porque ese dinero está en bonos que dejarían de producir interés (lo que hace más recomendable si cabe fomentar el ahorro privado). Probablemente habría importantes fusiones entre bancos para unir fuerzas ante la reducción de márgenes. Y seguramente habría un nuevo QE.
Yo todavía no se si eso va a ocurrir. Es pronto para saberlo. Lo que sí les puedo decir es que, si no lo descartaba en Septiembre de 2011, ahora menos y por motivos mucho más objetivos que entonces, que casi era por pura intuición. Hay que estar atentos. Lo que si puedo decirles es que les mantendré informados y que mis carteras modelo lo tendrán en cuenta (y las recomendaciones de nuestro futuro ascensor automatizado).