Lo bueno de la inversión a largo plazo es que no tienes que preocuparte tanto del momento de entrada. El inversor de largo plazo solo compra ocasionalmente y lo hace cuando todo está realmente mal. Y ese debe ser su criterio principal. Como decía el barón de Rothchild: “comprar cuando suenan los cañones, vender cuando suenan los violines”. El equivalente actual sería comprar cuando los medios, las redes sociales y todos los analistas hablen de lo terriblemente mal que está todo. Porque entonces ya estará incluido en los precios el peor escenario posible.
Todos deberíamos tener una cartera estratégica con visión de largo plazo y otra táctica, más cortoplacista. Yo con Uds. comento normalmente la cartera táctica, ya que sé por experiencia que la mayoría de la gente invierte con esa visión temporal. Aunque afortunadamente pronto podré adaptar mis recomendaciones a cualquier tipo de plazo y perfil de inversión, tan pronto esté operativa la aplicación de Nextep Finance (más información en nextepfinance.com)
Hasta ahora, dada mi clarísima preferencia por los activos norteamericanos y el dólar en todos los plazos, coincidían plenamente la cartera estratégica y la cartera táctica. Es ahora cuando pueden empezar a cambiar. Veamos porqué.
Comprar en “rebajas” las economías de EE.UU., Europa o Asia. Y dejar aparcada la inversión durante años. Como quien compra un activo inmobiliario.
Ganar dinero en bolsa es tan simple como difícil. Pero no es difícil por una cuestión técnica o de formación, sino porque es necesaria una autodisciplina que no tiene mucho que envidiar de la de los deportistas de élite.
El método en sí es sencillo: comprar en las grandes caídas de los principales índices bursátiles de los grandes grupos económicos del mundo. Comprar en “rebajas” las economías de EE.UU., Europa y, ahora también, Asia. Y dejar aparcada la inversión durante años. Como el que compra un activo inmobiliario. Pero es ahí donde entra la autodisciplina, porque a ver quien es capaz de comprar una serie de fondos de inversión cuando no lo hace nadie y dejar luego los resguardos en un cajón, para olvidarse de ellos caiga quien caiga. Porque, aunque se compre de rebajas, lo más normal es que no se compre en el punto más barato.
La realidad es que cualquiera que haya comprado el SP 500 o el Eurostoxx 50 (o su equivalente en naciones europeas) después de caídas superiores al 40% ha ganado dinero – a veces mucho dinero – unos años más tarde. Lo vemos en los gráficos 2 y 4. En el caso de Asia hay que exigir un descuento superior – del orden del 60% – al tratarse de un mercado mucho más volátil, especialmente por la presencia de China. Y también por Japón, que ha sido la única bolsa de un país desarrollado en la que ha fallado la norma anterior, ya que se pasó una década entera bajando (aunque últimamente parece que la situación se ha normalizado)
El motivo por el que esta regla de comprar en grandes caídas y olvidarse funciona se debe al hecho de que a muy largo plazo – por eso hablamos de cartera estratégica – estos mercados solo tienen una dirección: al alza. Lo podemos ver en los gráficos 2, 3 y 4.
Gráfico nº 2. Noventa años del SP 500.

Gráfico nº 3. El índice de Shanghái desde su nacimiento

Gráfico nº 4. El Eurostoxx 50 desde su lanzamiento

Es fácil ver cual es la norma: a grandes caídas, grandes recuperaciones. A grandes tendencias bajistas le siguen con el tiempo importantes tendencias alcistas. En todo índice de zona geográfica de primer nivel lo que baja mucho acaba subiendo. El problema es el de “timing” y de audacia, no de conocimientos.
El índice de Shanghái ha perdido más del 57% respecto a sus máximos históricos. Se está acercando al objetivo del 60% de caída mínima que establezco para entrar en los mercados asiáticos con visión a muy largo plazo. Por su parte, el Eurostoxx 50 ha perdido un 40% desde los máximos del año 2000, es decir, ha entrado también en el rango en el que la caída empieza a justificarse la entrada. Y está a un PER ligeramente por encima de 15 (ver Gráfico nº 5 ), es decir, el mercado valora sus empresas como en el año 2011, cuando la Eurozona luchaba por salir de la crisis. Pero con una situación que, si bien no es boyante, si que es bastante mejor que entonces.
Gráfico nº 5. La Eurozona, a precios de 2011

En consecuencia mi intención es ir creando una cartera estratégica comprando un fondo que invierta en Asia que incluya a China y a sus “proveedores” asiáticos (más información en el capítulo “Ideas de otros). Asimismo, planeo adquirir participaciones un fondo referenciado al Eurostoxx 50 (probablemente algo menos, considerando los problemas estructurales de Europa) Y luego me voy a “olvidar” de todos ellos. Es más: no voy a realizar un seguimiento, ni compartirlo con Uds. ,hasta que hayan pasado al menos tres años. Para no ponerme nervioso y evitar actuaciones cortoplacistas en una idea que es estratégica y no táctica.
A la larga, este tipo de operaciones son las más interesantes. Sólo hace falta tener estómago para realizarlas. Y para eso es importante invertir primero cantidades pequeñas y hacerlo por fases. Es más: esperaré un poco antes de empezar, para aprovechar al máximo el profundo pesimismo que existe tanto sobre la economía China como sobre la Eurozona. Salvini juega a favor de quien quiera entrar en Europa a precios atractivos y la guerra
Salvini juega a favor de quien quiera entrar en Europa a precios atractivos y la guerra comercial ayuda a quien quiera hacer lo mismo en China.
Comentaré estas compras en mi cuenta de Twitter, así que, si está interesado en este tema, puede seguirlo en @AlvargonzalezV. Para facilitar la identificación de estas actuaciones utilizaré el “hashtag” #CarteraEstratégica. A partir del año que viene indicaré el “timing” en tiempo real y de forma personalizada a través del servicio de notificaciones de la aplicación de Nextep Finance.