Aunque en Nextep pensamos que actualmente la clave que marca la diferencia en rentabilidad no está —todavía— en si hay que tener más fondos “de valor” (“Value”) o “de crecimiento” (“Growth”), sino más bien en situarse correctamente tanto en tecnología como en industria o finanzas, qué duda cabe que hay mucha gente que piensa que la cuestión es “valor” vs. “crecimiento”.
Sabemos que una buena forma de predecir lo que puede hacer un activo es buscar su correlación con otros. Por ejemplo: sabemos que si finalmente se dispara la inflación, tarde o temprano subirá el oro, puesto que el oro tiene históricamente una fuerte correlación positiva con la inflación. Y como hay correlaciones entre todo tipo de activos y variables macroeconómicas y financieras, hemos localizado algunas que afectan al movimiento de los estilos de gestión más importantes, el “Value” y el “Growth”.
Una de esas correlaciones es la que mantienen ambos estilos de gestión respecto a la evolución del tipo de interés del bono a 10 años. A tal efecto, observemos el gráfico n.º 3.
Gráfico n.º 3: Tipo de interés del bono a 10 años vs. los estilos de gestión

El gráfico compara la correlación entre los movimientos del tipo de interés del bono americano con vencimiento a diez años con los estilos de gestión “Value” —línea azul— o “Growth” —línea roja— y más concretamente con su capacidad de superar al índice SP 500.
El gráfico nos dice que si sube el tipo de interés del bono, ayuda a que los fondos de valor superen al SP 500 y, “sensu contrario”, si bajan es más fácil que sea el estilo de crecimiento el que supere al SP 500.
Hay que aclarar que correlación positiva no significa directa y proporcional. Para que eso ocurra tendría que ser igual a uno. Lo que nos dice el gráfico es que tienden a moverse en la misma dirección, pero ni lo hacen igual ni lo hacen siempre. Eso sí, esa correlación “Value” / tipo de interés del bono no sólo es ahora claramente positiva, es que es la más alta de los últimos 31 años.
Y lo mismo, en sentido contrario, en el caso del estilo de gestión “Growth”.
Tiene toda su lógica, puesto que las empresas que se encuadran actualmente en el estilo de gestión de valor suelen ser más de vieja economía, sector financiero, recursos naturales y materias primas, es decir, sectores a los que no les afecta negativamente o incluso les beneficia que aumente la inflación. Y la inflación —o las expectativas de inflación— es lo que hace que suban los tipos de interés en el mercado de bonos.
Para confirmar lo anterior tenemos otro gráfico —el n.º 4— que compara la evolución de los futuros del índice tecnológico NASDAQ con los tipos de interés reales esperados para el bono USA con vencimiento a 10 años. Dicho de forma más sencilla, la relación entre el NASDAQ y los tipos de interés reales del bono (interés nominal menos inflación).
Gráfico n.º 4: Nasdaq 100 vs. tipos de interés real del bono a 10 años

Podemos ver cómo la correlación entre los tipos de interés reales y la evolución del NASDAQ es negativa, lo cual coincide plenamente con lo que hemos visto anteriormente, ya que los fondos estilo de gestión “Growth” invierten mayoritariamente en tecnología. Y normalmente los tipos de interés reales aumentan si aumenta el tipo de interés de los bonos, lo cual suele ocurrir ante un aumento de las expectativas de inflación.
Puede haber distintas combinaciones —también aumenta el tipo de interés real si baja la inflación y se mantienen los tipos de los bonos, aunque eso no es muy habitual—, pero lo importante de este capítulo es que aporta una herramienta a la hora de tomar la decisión “Growth” vs. “Value”. Quien sepa predecir adecuadamente la evolución de los tipos de interés reales y conozca su correlación con los estilos de gestión tendrá mucho ganado a la hora de acertar en la decisión “crecimiento” vs. “valor”.