La conclusión fácil es que, visto todo lo anterior, si la Eurozona se japoniza la bolsa europea hará lo mismo que hizo la japonesa. Pero un análisis más profundo nos lleva a conclusiones distintas, donde hay tanto similitudes como diferencias.
La evolución de la bolsa japonesa desde el momento en el que se anunciaron los grandes planes de estímulo fiscal fue bastante irregular, si bien ligeramente positiva. Y muy volátil, aunque hay que aclarar que coincide con dos crisis bursátiles históricas y de magnitud poco frecuente.
La rentabilidad nominal obtenida es real o incluso algo superior, si se considera que la inflación fue cero o negativa. A efectos de nuestro análisis el periodo al que hacemos referencia se inicia en el año 1998. Coincide con el primero de los grandes planes de estímulo fiscal y es el año en el que tocan fondo los tipos de interés de los bonos de largo plazo (ver gráfico nº 1). Una situación muy parecida a la que nos encontramos ahora en Europa.
Gráfico nº 3: El índice Nikkei de la bolsa japonesa, desde 1998 hasta hoy

La evolución de la bolsa en ese periodo la vemos en el gráfico número 3. Un +47% de subida en 21 años. Es sólo un 2,23% anual, pero hay varios matices importantes:
- es mejor que el 0 % o incluso rentabilidad negativa que han obtenido los bonos en el periodo.
- se produjeron dos crisis bursátiles históricas en el periodo: el “crash” de las punto.com y la crisis financiera de 2008. No es habitual que se produzcan dos crisis internacionales de esa magnitud en tan corto espacio de tiempo.
Si extrapolamos la situación a la Eurozona y siendo muy pesimistas, es decir que suponemos que va a haber dos crisis de esa magnitud – que ya es suponer – la rentabilidad de los fondos de renta variable tampoco sería como para tirar cohetes. Pero hay una diferencia fundamental entre la Eurozona y Japón: el dividendo.
La tradición empresarial japonesa descarta grandes remuneraciones al accionista por la vía de dividendo. Siempre ha sido la bolsa con menor rentabilidad por dividendo. Muy a la japonesa, los dividendos se reinvierten en el negocio casi como norma. Pero Europa es muy diferente. Quien compre ahora el índice Stoxx 600 Europe o el Eurostoxx 50 está comprando un dividendo superior al 3 %. Y si además elige bien el fondo – o el plan de pensiones – puede llegar al 4 %.
En ausencia de revalorización bursátil, el fondo de inversión o de pensiones de renta variable europea iría acumulando más del 3% anual en dividendos.
En otras palabras: en ausencia de revalorización bursátil alguna, que ya sería decir, el fondo de inversión o de pensiones en cuestión iría acumulando un 3% anual en dividendos. Sobre todo, si sabemos elegir los fondos adecuados para que los gastos no se coman la rentabilidad por dividendo y los gestores sepan elegir valores con un dividendo no solo alto, sino consistente. Y de eso, si me permiten la “cuña”, ya nos ocupamos en Nextep Finance (nextepfinance.com).
Europa ha pasado por muchas crisis económicas sin reducir significativamente la rentabilidad por dividendo con la que remuneran las grandes empresas a sus accionistas. Y los dividendos son bastante más fáciles de predecir que las cotizaciones.
Evidentemente surgen muchas incógnitas. La primera es si habrá o no estímulo fiscal en la Eurozona. Convencer a los alemanes de pasar de una política de superávit a una política de equilibrio fiscal es mucho más difícil que convencer a los japoneses. Pero no descartaría en absoluto que Alemania estuviera dispuesta a dedicar gran parte de su abultado superávit a planes de estímulo económico dirigidos a mejorar su posicionamiento en la revolución digital y en la defensa del medio ambiente. Salvo que quieran quedarse totalmente fuera de la revolución digital (ver gráfico nº 4).
Ahora bien, Alemania no tocará su abultada caja salvo que entre claramente en recesión. En realidad ya está en recesión, porque crecer un 0,1 % es como no crecer, pero ya sabemos cómo son los alemanes: hasta que no vean un par de semestres de crecimiento negativo no tomarán la decisión. La “buena” noticia es que hay muchas probabilidades de que ocurra.
Grafico nº 4: Lo que invierten los países para estar en la revolución digital

Otra cuestión a considerar respecto a la evolución de la bolsa japonesa fue la decisión del Banco Central de Japón de comprar ETFs sobre los índices de la bolsa. Un ETF es un fondo de inversión que cotiza como si fuera una acción y que tiene la ventaja de que, si es indexado – y la mayoría lo son -, copia literalmente la composición de un índice, de forma que si el banco central compra ETFs no está beneficiando particularmente a ninguna empresa.
Comprar ETFs sobre los índices japoneses es “doparlos” -, cierto, y se ha notado. Es la parte del periodo en la que más han subido -, pero ¿no es dopar a la bolsa europea comprar bonos y que parte de esa liquidez pueda ir a las bolsas, como de hecho ha ocurrido?
Es más, no se puede descartar que el Banco Central Europeo decida comprar ETFs sobre el Eurostoxx. Es algo que hacen los bancos centrales, no algo que yo me invente. Un caso extremo es el del muy ortodoxo banco central de Suiza, que es uno de los mayores accionistas de la empresa Apple. Y no le ha ido nada mal. De hecho no le ha ido nada mal en ninguna de sus inversiones bursátiles.
Dicho esto, al igual que veo muy posible el estímulo fiscal y una cierta relajación en las normas de austeridad de la Eurozona para intentar evitar la japonización, veo difícil que el Banco Central Europeo compre ETFs en sustitución del QE basado en la compra de bonos. Pero tampoco lo veo imposible, porque a este paso se va a quedar sin bonos que comprar, dadas las restricciones que tiene al respecto.
Finalmente, un matiz importante y una idea adicional: tengo clarísimo que va a haber grandes diferencias dentro de las propias bolsas europeas, porque Japón es sólo un país y la Eurozona son varios y muy diferentes. La intensidad y los efectos de la “japonización” de la Eurozona irá por barrios y les adelanto que, desgraciadamente, la bolsa española cada vez irá más a la cola, por motivos que he explicado en varias ocasiones a lo largo de los diez últimos años, en los cuales he insistido en que se debía evitar la bolsa nacional y dar preferencia a mercados como el norteamericano (pueden solicitar los cuadernos/artículos correspondientes en info@victoralvargonzalez.com)