Normalmente los tipos de interés de largo plazo suelen ser más altos que los de corto. El razonamiento que hay detrás no es matemático, sino de sentido común. Si le prestas dinero alguien, a dos años vista tienes mayor visibilidad sobre su capacidad de pago que a diez, periodo mucho más largo en el que pueden pasar muchas cosas que modifiquen la capacidad de pago de la persona o entidad a la que se ha prestado el dinero. Por otro lado, un bono es un préstamo. Cuando compro bonos del Estado le estoy prestando dinero al Estado. Y la regla se mantiene. Los bonos del estado de largo plazo ofrecen normalmente un tipo de interés superior al de los plazos más cortos. Cuando no es así, el mercado nos quiere decir algo. Y eso es lo que está pasando ahora mismo en los Estados Unidos.
En el gráfico número 5 podemos ver que los tipos a dos años (línea roja) han subido hasta el nivel 1,61 (1,76 a la hora de cerrar este informe) con lo que cada vez están más cerca del tipo de los bonos a 10 años (línea blanca), que han permanecido relativamente estables desde el año 2012. La línea verde muestra el diferencial entre el bono a dos años y el bonos a diez años que, lógicamente, es cada vez menor.
Grafico nº 5: tipos de interés a dos y a diez años en EE.UU.

A esto se le llama “aplanamiento de la curva de tipos” y, teóricamente, augura un menor crecimiento económico en el futuro. El mercado de bonos nos quiere decir que las subida de tipos de hoy – los que está realizando la Reserva Federal – moderarán el crecimiento económico del futuro y, muy importante: mantendrá en niveles bajos la inflación, puesto que estos tipos a 10 años se corresponden con los niveles de inflación actuales.
En consecuencia, debemos valorar dos cuestiones:
Una, que los tipos de interés a dos años en Estados Unidos son mucho interesantes que los de sus equivalentes europeos. Un 1,76 % frente al cero o negativo de equivalentes crediticios europeos. Si el dólar frenara su caída – y es un condicionante serio – , un cupón del 1,76% estaría muy bien (y se puede hacer vía ETFs y fondos) Pero no olvidemos que se asume riesgo dólar en un momento en el que no está todavía claro si el euro ha detenido su ascenso.
La segunda cuestión a valorar es la explicación clásica sobre el aplanamiento de la curva. Nos dice que el crecimiento futuro será menor. Ya comenté en informes anteriores que el mercado de bonos considera que la Fed se está pasando con sus subidas de tipos. Hay que valorar su opinión:
Gráfico nº 6: la capacidad de predicción de la curva de tipos

En la tabla del gráfico nº 6 vemos como, de las seis recesiones que ha habido en Norteamérica desde 1960, en seis se produjo el aplanamiento previo de la curva de tipos. Pero no es menos cierto que en otras tres ocasiones se produjo dicho fenómeno y no hubo recesión. Como puede verse en el resto de la tabla, en el resto de economías del G7 el historial de predicciones del mercado de bonos es muy malo.
Finalmente, tenemos que considerar un riesgo adicional, aparte de que caiga el dólar, y sería que el aplanamiento se “arregle” con una subida de los tipos de largo plazo en el mercado. Otra cuestión a vigilar, y no solo por las consecuencias para quien haya invertido en bonos o fondos de renta fija USA, sino también porque como suban mucho los tipos de largo plazo, la bolsa podría resentirse. No sería la primera ni la ultima vez que un mercado alcista corrige o se acaba porque sale dinero hacia los bonos si los tipos se convierten en atractivos.
Tenemos que considerar un riesgo adicional, aparte de que caiga el dólar, y sería que el aplanamiento se “arregle” con una subida de los tipos de largo plazo.
Como pueden ver, esta cuestión de cómo se arregla o desparece el aplanamiento es de vital importancia para el futuro, no solo de los bonos, sino de las bolsas.