¿Cuántas veces miramos un gráfico de largo plazo? Más bien pocas. Como la mayoría de nuestros clientes miden los resultados a corto y medio plazo, es decir, entre uno y tres años – y no es una crítica, sino una constatación –, los estrategas nos movemos dentro de ese espacio, tanto si miramos hacia delante como si miramos el retrovisor.
Ocasionalmente se mira un gráfico a cinco años. Muy rara vez, uno a diez. Pero lo que no se hace casi nunca es mirar un gráfico de los últimos cien años. Y cuando algo no se mira es como si no existiera. Pero en los mercados es importante analizar la historia, porque la historia se repite.
Así que decidí mirar un gráfico del índice SP 500 desde su creación y, para evitar distorsiones temporales y visuales, lo adapté a escala logarítmica. Esto último no es nada especial: todos los análisis gráficos de largo plazo se hacen, casi por norma, en esta escala (luego explico porqué) El caso es que me encontré con el gráfico nº 1
Grafico nº 1: los tres súper escalones del índice SP 500

Fuente: Macrotrends
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Escala Logarítmica
Lo de aplicar el “filtro” de la escala logarítmica es importante, porque, si no se aplicara, el índice tendría el aspecto del gráfico número 2, que es totalmente diferente y lleva a conclusiones bien distintas.
No he aplicado el otro filtro importante, el del ajuste por inflación, porque el resultado es muy parecido al del gráfico nº 1 y limitándonos a la escala logarítmica se ve mucho más claro.
Grafico nº 2: el índice SP 500, a escala normal

Fuente: Macrotrends
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Escala Logarítmica
El gráfico nº 2 nos llevaría a la conclusión de que el mercado tiene poco recorrido alcista. Pero el “bueno”, en mi opinión – y en la del 100% de los especialistas en análisis técnico – es el logarítmico, es decir, el gráfico nº1. Cito la explicación de Wikipedia sobre porqué es adecuado aplicar la escala logarítmica cuando se manejan enormes cantidades de datos, como es el caso. Recuerden que hablamos de los cierres mensuales de la bolsa durante noventa y siete años. Leamos que tiene que decir la ciencia al respecto:
“La presentación de datos en una escala logarítmica puede ser útil cuando los datos cubren una amplia gama de valores. El logaritmo los reduce a un rango más manejable. Algunos de nuestros sentidos funcionan de manera logarítmica (ley de Weber-Fechner), lo que hace especialmente apropiadas a las escalas logarítmicas para representar estas cantidades”
En otras palabras: en plazos muy largos, como es el caso, con una enorme cantidad de datos, ponerlos “por las buenas” distorsiona la realidad. La escala logarítmica corrige esa distorsión.
Del aspecto del gráfico nº 1 se saca una conclusión sorprendente: correcciones temporales aparte – que las habrá – podríamos estar a la mitad – o incluso al inicio – de un “superciclo” bursátil alcista, y no ante las ultimas bocanadas de un mercado alcista de largo plazo , como piensa la mayoría de los inversores
Correcciones temporales aparte, podríamos estar a la mitad - o incluso al inicio - de un “superciclo” bursátil alcista, y no ante las ultimas bocanadas de una tendencia alcista de largo plazo.
Vuelvan a mirar el gráfico nº 1: no hace falta ser un experto para detectar que es como una escalera con tres “rellanos” (las líneas rojas), que sirven de base a subidas posteriores: los “superciclos” (líneas verdes).
El primer “rellano” se establece en 1950, después de que el índice se mueva arriba y abajo en medio de una gran volatilidad entre 1929 – el famoso “crash” previo a la gran depresión – y 1950. Es ahí donde el mercado toma impulso y se encarama hasta los 800 puntos. La línea roja es lo que llamo el primer “rellano” de un escalón, donde se apoya el índice para saltar al nivel 800. La primera línea verde es, por lo tanto, el primer superciclo del SP 500.
A partir de ahí el índice cae de nuevo, toca fondo en 1980 e inicia una subida hasta batir los máximos anteriores y llegar en 1993 a un nuevo “rellano” (nueva línea roja) para, con esa base, seguir subiendo hasta el año 2000. Es el segundo superciclo (nueva línea verde) Luego vuelve el proceso de caída / recuperación para, finalmente, situarse en 2013 en un nuevo rellano (línea roja de nuevo) con la posibilidad – y aquí viene lo importante – de que esté iniciando ahora un nuevo superciclo del que, si la historia se repite, a lo mejor solo hemos visto la mitad o una cuarta parte.
Si así fuera estaríamos al inicio o en medio, que no al final, de uno de los tres “superciclos” (flechas verdes) que ha hecho el SP 500 desde que empezó su vida:
El 1º, entre 1950 y 1.970
El 2º, entre 1980 y 2000
El 3º, entre 2013 y………
Elementos macroeconómicos comunes de los anteriores “superciclos”
Los gráficos son importantes, pero solo nos dicen que ha pasado numéricamente. Es importante analizar que ha ocurrido en términos macroeconómicos. Hay que ver si existen o no elementos comunes entre el – posible – superciclo actual y los superciclos anteriores. Es un test importante, porque en los anteriores hubo dos elementos comunes: todos fueron periodos de fuerte expansión tecnológica, económica, o ambas cosas a la vez.
Desde la posguerra y hasta finales de 1960, EE.UU. conoció un periodo de fuerte crecimiento. Con alguna recesión entre medias– zonas sombreadas del gráfico – que en general fueron cortas. Luego, en los setenta, llega la crisis del petróleo, la inflación, etc. y se acaba la prosperidad. Por bastante tiempo.
En los 80 llega Reagan al poder y empieza la época del esplendor “yuppie”. Las bajadas de impuestos, el fomento de libre empresa, las fusiones y adquisiciones, etc. Este superciclo es muy potente porque, con el “receso” bursátil que supuso el crash del 87, luego llegan los 90, es decir, empieza Silicon Valley. Se crean, entre otros, Microsoft o Apple. Un “superciclo” que llega hasta el año 2.000, donde explota la burbuja de las “punto.com” y a partir de ahí el mercado entra en un periodo inestable y volátil, parecido al que precede al primer escalón en 1.950.
Hay que esperar hasta el año 2013, cuando se superan los máximos del año 2.000 y se establece uno nuevo, para entrar en el que podría ser el rellano de un nuevo superciclo, iniciado en 2013, que no sabemos cuanto puede durar. Vistos los anteriores y correcciones aparte – que no faltarán y las habrá muy fuertes – podría ser largo.
Porque ahora, y aquí seguimos hablando de macroeconomía y no de gráficos, estamos ante un momento económico tan importante como el de la expansión de la posguerra, de los “instintos animales” de los 80 o de la tecnología en los 90.
Podría ser incluso más potente , porque la nueva revolución industrial es sin duda tecnológica – digitalización, robótica, inteligencia artificial -, la disrupción empresarial es brutal – miren las FANG (Facebook, Amazon, Neflix o Google) y otras como Apple, que se quedan con todo – y solo acaba de empezar el desarrollo real de las energías alternativas, que van a cambiar radicalmente el modelo energético. Por no hablar de China. La base del cambio estructural que estamos viviendo no tiene nada que envidiar a la de otros “superciclos”.
Estamos ante un momento económico tan importante como el de la expansión de la posguerra, de los “instintos animales” de los 80 o de la tecnología en los 90
Conclusiones.
Si nos resulta demasiado duro ir contracorriente – aunque está demostrado que en el mercado el consenso y la opinión generalizada se equivocan más que aciertan, -tengamos al menos la mente abierta y no descartemos la posibilidad de que estemos en un nuevo superciclo.
Superciclo no significa ausencia de correcciones. Solo hay que ver el gráfico. Un caso extremo es el “crash” de 1987: la interrupción fue brutal, pero unos meses después el índice volvió a donde estaba porque la base macroeconómica seguía siendo sólida. Y el superciclo duró doce años más.
Sólo se me ocurren tres opciones para que la teoría de que estamos ante un nuevo superciclo sea sostenible, si tenemos en cuenta lo mucho que ha subido el mercado norteamericano – que no el resto – y los niveles de precios alcanzados:
- Que en algún momento haya una corrección que baje los precios.
- Un periodo lateral, que haga lo mismo, pero de forma menos brusca.
- Que continué el incremento de los beneficios por acción y sigan justificando, como hasta ahora, la dirección alcista.
Lo que ocurre, si es que ocurre, con el superciclo norteamericano es que marcará el del resto del mundo, pero – y esto es importante – el peso de EE.UU. en la economía global es menor que en superciclos anteriores. En esta ocasión la correlación podría no ser tan perfecta.
Quien más tiene que tener en cuenta todo lo anterior es el inversor con capacidad de asumir riesgos. El inversor conservador puede permitirse el lujo de perderse un superciclo bursátil. El inversor agresivo no, porque probablemente solo asista en su vida a uno o dos. Y eso con suerte. Debe tener por lo tanto esta posibilidad en su “radar” y, si hay una corrección o algo parecido, estar preparado para aprovecharla (y obviamente tener liquidez para hacerlo)
Que puede fallar
Me gustaría aclarar que no estoy afirmando que todo lo anterior sea a vaya a ocurrir si o si. A mi también me cuesta creerlo. Pero ignorarlo tampoco lleva a ningún sitio. Y son demasiadas las coincidencias. Pero, por si acaso, nada como hacerse uno mismo el “stress test” de sus propias afirmaciones, poniéndonos el “gorro” del escepticismo. Practiquemos a continuación el sano procedimiento de pensar qué puede salir mal en esta teoría del “superciclo” bursátil.
No estoy afirmando que todo lo anterior vaya a ocurrir. Pero ignorarlo tampoco lleva a ningún sitio. Y son demasiadas las coincidencias.
La primera consideración sería que el índice válido sea el del gráfico nº 2, no el del nº 1. En otras palabras: que el índice es el que es y no hay porque eliminar la distorsión de la magnitud de los datos. Ningún profesional del análisis técnico estaría de acuerdo con esto, especialmente en plazos muy largos, pero hay que considerarlo. Aún así, respeto a los analistas técnicos en su campo y me quedo con el grafico en base logarítmica.
La otra cuestión que podría dar al traste con la teoría de que estemos un nuevo “superciclo” sería que el mercado perdiera sus “cimientos”. Que dejaran de crecer los beneficios empresariales o descendieran durante mucho tiempo, porque entráramos en una larga recesión o algo parecido. Eso no es en absoluto descartable y lo incluyo en mi lista de riesgos reales a vigilar.
Pero la realidad es que hasta ahora la variable beneficios se ha mantenido. Fíjense en el gráfico nº 3: representa los beneficios por acción en el SP 500 desde Junio de 2010 y, como puede observarse, se mueven más o menos en la misma dirección que el índice. Y sirven de base a la subida del mismo.
Gráfico nº 3: los beneficios por acción de las empresas del SP 500

Fuente: @CharlieBilello & Pension Partners
Otra variable que podría cambiar y acabar con el supuesto superciclo sería que cambie la volatilidad, como cambia el viento en las travesías a vela. Y la volatilidad tiene que cambiar porque ahora mismo es anormalmente baja. Pero tendría que repuntar y mantenerse alta durante un largo periodo de tiempo.
Y no hemos dicho que el mercado vaya a subir sin interrupción, sino que una corrección – o varias – son casi una condición necesaria para equilibrar los precios, para que baje la presión y permita que continúe el ciclo alcista de largo plazo. Y una o varias correcciones harían que la volatilidad repunte. No hay problema en que los repuntes de volatilidad sean temporales. En un mercado normal lo son casi por definición (vean un gráfico del VIX, el índice de volatilidad de la bolsa de Chicago)
También pueden dar al traste con la posibilidad del superciclo los imprevistos, pero con esos no podemos trabajar. Además, insisto en que superciclo no significa ausencia de correcciones y periodos bajistas. La diferencia está en que no son muy largos. Pueden generar pérdidas importantes, pero se recuperan en un plazo relativamente corto de tiempo.