No ha dejado de subir desde que EE.UU sale de la crisis, retoma el crecimiento y la FED empieza a calentar motores primero y a subir tipos de interés después. Para los europeos, el mejor momento de compra dólar es cuando el tipo de cambio euro‒dólar rompa a la baja el nivel 1,05.
Porque ahí la situación está cada vez más clara – o más oscura, según se mire. “Brexit” desplomó la cotización de la libra, lo que ha encarecido lo que compra el Reino Unido en el exterior y ese encarecimiento se traslada al consumidor final, lo que genera inflación en los precios.
Normalmente, ante un aumento de la inflación el Banco Central subiría los tipos de interés, pero el de Inglaterra está aterrado de hacerlo en un momento tan delicado, pues podría darle la puntilla a su amenazada economía. Y el mercado considera que a más tarde lo hagan, más tendrán que subir tipos, porque la inflación se está disparando:
La inflación en el Reino Unido

La línea verde representa el IPC. Pero este IPC es sobre todo consecuencia de la línea naranja, que refleja los precios de los “inputs” necesarios para fabricar bienes y ofrecer servicios. Como puede verse esta “marca” históricamente el paso del IPC, y si la historia se repite el IPC inglés va a seguir repuntando. Y el Banco de Inglaterra tendrá que subir los tipos de interés para controlar esa subida. Si el banco de Inglaterra tiene que subir tipos se remunerarán mejor los depósitos en libras y eso hace que la divisa británica parezca que ha tocado fondo e incluso haya repuntado últimamente.
A favor de la libra también juega que todo lo “malo” parece descontado: ya se sabe que habrá Brexit, que la negociación con la Eurozona será duda, etc. Lo que es conocido está ya en los precios.
Ambas divisas son importantes, porque si finalmente subieran – o al menos no bajaran – sería en depósitos – o fondos de renta fija de corto plazo – en dólares y libras, donde se podría obtener una buena remuneración sin perder en el tipo de cambio. Aunque hay alternativas menos arriesgadas, como veremos a continuación