Si es inversor de renta variable, no “pase” de este capítulo. Le interesa tanto como a los inversores de renta fija. Y si es una persona que invierte en divisas, también. Porque como la “Fed” tenga que dar marcha atrás, el cambio de escenario puede ser llamativo. Y es un escenario que no descarto en absoluto, puesto que mi opinión personal es que se están pasando de frenada y tendrán que recapacitar. Y es por eso que, aunque reduje exposición a renta variable, no la he eliminado (en ningún perfil)
El escenario actual está claro: mientras la Reserva Federal piense que hay riesgo de que la fortaleza de la economía USA y su pleno empleo generen un aumento de la inflación, seguirá subiendo los tipos de interés. Y eso condiciona la evolución de todos los mercados.
Ahora bien, aparte de la inflación subyacente, que no se ha movido y se mantiene en los mismos niveles que hace trece años, hay varios indicadores que muestran que la Fed podría estar equivocándose.
El primero son las expectativas de inflación. Pueden verlas en el gráfico nº 3. Este ratio mide las expectativas que tiene el mercado de bonos respecto a dónde estará la inflación dentro de cinco años. No voy a complicarles la vida explicando como se hace el ratio, porque, además lo importante es lo que dice. Si baja, significa que el mercado piensa que las expectativas sobre inflación están bajando. Y viceversa. La otra cuestión importante es que, sin ser infalible – ningún indicador lo es – este tiene un buen historial de aciertos. Y aunque empezó el año dándole la razón a la Fed, ahora está diciendo que tal vez se estén pasando.
Grafico nº 3 Expectativas de inflación en los EE.UU. para los próximos cinco años

El otro indicador que puede hacer reflexionara la “Fed es, en realidad, un dato, no un indicador. Un dato en el que influye la propia Reserva Federal. Son las condiciones crediticias en los EE.UU. Lo pueden ver Uds. en el gráfico nº 4.
Funciona a la inversa que el anterior: a más alto el número, más duras las condiciones de financiación para empresas y particulares. Que el indicador suba si suben los tipos de interés es obvio. Pero resulta que este dato incluye también otra información, como la caída de la bolsa, ya que, a peor está la bolsa, peores son las condiciones de financiación de las empresas. No es lo mismo hacer una ampliación de capital o lanzar una OPV con la bolsa al alza que a la baja. Cuando la Fed sube tipos hay también un efecto multiplicador.
Grafico nº 4: condiciones financieras en los EE.UU

Alguien dirá que eso es precisamente lo que busca la Fed: que particulares y empresas se moderen en el uso del crédito. Y tendrá toda la razón. Lo que quiero decir con lo anterior es que posiblemente estamos más cerca del momento en el que la Fed vea que ya ha enfriado suficientemente el fervor crediticio de los norteamericanos.
Estamos más cerca de que que la Fed vea que ya ha enfriado suficientemente el fervor crediticio de los norteamericanos.
Se podría decir que incluso con esta subida las condiciones de financiación están en niveles relativamente benignos si los comparamos con la media histórica. Es cierto, pero no lo es menos que ya se están acercando a la media, mientras que la inflación subyacente actual es menor que su media histórica. Debería de haber cierta coherencia al respecto.
Los otros tres datos que podrían suavizar la postura de la “Fed” – por su carga desinflacionista – son la caída del precio de las materias primas (ver Gráfico nº 5), la subida del dólar – que abarata todo lo que compra Norteamerica en el exterior –, la devaluación del Yuan – que abarata las importaciones en todo el mundo – y la reciente caída del precio del petróleo, que ha sido espectacular.
Gráfico nº 5: ¿Inflación? No será por el precio de las materias primas.

Si la Fed rectificara cambiaría la dirección de absolutamente todos los activos. Por eso he dicho al principio que este no es un capítulo que interese sólo los inversores de renta fija. El “cuanto” dependería de cuanto rectificara. Si lo hiciera subirían la bolsa y el precio de los bonos de largo plazo. También las bolsas de los mercados emergentes. Y caería el dólar (aunque no creo que en exceso porque el diferencial de tipos seguiría presente)
Pero, como vengo diciendo en los últimos informes, en los que fui aconsejando ir reduciendo posiciones en renta variable, mejor esperar. Si no va a rectificar, más motivo para ser prudentes. Si va a hacerlo, no sabemos cuando, cuanto y cómo. El riesgo de que no rectifique – o de que lo haga demasiado tarde – es demasiado elevado como para ignorarlo. De momento, lo importante es tener una idea clara de lo que ocurriría si rectificaran.