Supongo que es lo que pensara un banquero central en la inopia o los economistas que “alertan” sobre la inflación. Asumida la derrota de sus tesis inflacionistas en los países avanzados, la reacción natural es ir a ver si esas tesis se cumplen en economías con menos ordenadores, Internet, vehículos eléctricos o energías alternativas. La sorpresa les deja todavía más confusos :
- En India la inflación sube al ritmo más bajo desde 1.999
- La de Brasil ha caído al nivel más bajo desde 1.999
- En Corea del Sur la tendencia es tan claramente a la baja que, en los últimos años, el banco central ha reducido en varias ocasiones sus objetivos de inflación.
- En Perú, donde había una hiperinflación del 1.000% en los años 80, ahora es del 2,9%
Así que nuestros guardianes de la inflación miran los datos de las economías emergentes y dicen lo que dijo César cuando vio que su hijo adoptivo estaba entre sus asesinos “¿Tu quoque, fili mi”? (¿Y tu también, hijo mío?”)
Moraleja: escuche a analistas y economistas con argumentos. Que utilicen datos y sentido común, no tópicos, ortodoxias o verdades incontestables. Si hasta en la física se descubren constantemente errores en cuestiones que se decían verdades absolutas – que se lo pregunten sino a Galileo o a Einstein – imagínense en los mercados.
Moraleja nº 2: a lo mejor no van tan descaminados los gestores de renta fija que están invirtiendo en mercados emergentes. Lo siguiente en muchos de esos países son bajadas de tipos y, digan lo que digan los de la “represión financiera”, eso, al precio de los bonos, le sienta estupendamente (igual que les sienta fatal que suban, como han podido comprobar los tenedores de fondos de renta fija de grado de inversión, que están que trinan con la “liberación”