Aunque sigo siendo alcista en renta variable, creo que gestionar es como conducir o navegar: nunca hay que dejar de mirar en todas las direcciones y considerar todos los riesgos. El riesgo de que los bancos centrales se pasen de frenada está, por el momento, relativamente superado. Pero hay otros. Y concretamente uno que, aunque resulta un tanto de política ficción, me preocupa, así como otros dos, mucho más realistas, que aconsejan mantener un porcentaje de liquidez remunerada, especialmente en el caso de las personas que:
- Estén entrando ahora en el mercado
- Tengan un perfil de inversión moderado o equilibrado
Empecemos por el riesgo que tiene menos probabilidades de materializarse, pero que no es baladí. Pensemos por un momento qué pasa por la mente de los jeques árabes cada vez que ven como pierden influencia en su capacidad de manipular el precio del petróleo. “Fracking”, coches eléctricos, energías renovables, engaño constante por parte de los socios que necesitan más divisas: es un mundo distinto para quienes estaban acostumbrados a fijar el precio de su mercancía. Pero es también un riesgo para la estabilidad mundial, porque ellos saben y nosotros sabemos que actualmente lo único que podría devolver al petróleo a su rango de precios anterior es un conflicto bélico en un área sensible. O algo parecido, como un atentado terrorista que provocara una reacción importante por parte del/los damnificados.
A esto hay que añadir la rivalidad geopolítica y por el control religioso entre Arabia Saudita (Suní) e Irán (Chiita), que no ha hecho más que empeorar desde que Obama levantó las sanciones a Irán e – indirectamente – les diera permiso para construir dentro de diez años “su” bomba, lo cual enfadó profundamente a los sauditas.
Las malas lenguas dicen que se lo “pagaron” financiando al ISIS (malas lenguas que a mi me parece que están muy bien informadas, visto como ISIS apareció de la nada en ese mismo instante equipada con el mejor material bélico, al que solo faltaba que se le viera la etiqueta)
Otra señal inquietante ha sido la destitución fulminante del máximo responsable de la monarquía saudí. ¿Tiene algo que ver en este cambio nada habitual la caída del precio del petróleo o las últimas derrotas del ISIS? No vamos a entrar a especular sobre algo que habría que trabajar en la CIA o en la Casa Blanca para llegar a tener buena información al respecto, pero lo que si podemos hacer es vigilar los acontecimientos desde esta perspectiva para que no nos pillen por sorpresa.
No tiene porqué ocurrir nada, pero tampoco sería la primera vez que el petróleo – o su precio – desatan un conflicto. Si tenemos este riesgo en el radar estaremos más preparados para tomar precauciones a tiempo si aparecen señales al respecto.