En los mercados, cuando alguien mediocre quiere hacerse el interesante habla de “riesgo asimétrico”. Y cuando no se quiere “mojar” dice “hay que ser selectivos”.
Pero, aunque ambas palabras se han convertido en tópicos y están muy infravaloradas por culpa de este tipo de analistas, la verdad es que mantienen su significado y, ocasionalmente, definen perfectamente la situación o la estrategia. De hecho, “ser selectivos” ha sido un buen consejo para invertir en emergentes este año, porque la subida del índice no refleja en absoluto las diferencias que ha habido entre países.
En esta ocasión las diferencias han estado justificadas. Considerando, por ejemplo, la mala evolución de muchas materias primas y el petróleo, es lógico que los países productores lo hayan hecho peor qué países dedicados a la fabricación de componentes de alta tecnología. Un ejemplo claro de acierto en la selección ha sido sobre ponderar Corea (Kospi), que sube un 30% en el año, frente a Brasil (Bovespa), que sube menos de la mitad (12%) Y luego hay otros aciertos que tienen más que ver con la moda, como sobre ponderar Taiwan (+20%) frente a Shanghai (+ 7%)
Las materias primas han tenido su peor inicio de año desde 2010. Actualmente el Índice Goldman Sachs de materias primas está tocando sus niveles más bajos en relación con el SP 500 en muchos años. Y resulta que muchos países emergentes se dedican a eso: a producir materias primas.
Como les digo siempre al inicio de este informe, no entro en el análisis de países concretos (con la excepción de Norteamérica, por motivos obvios), sectores, tipos de fondos o “temas” de inversión. Ese tipo de análisis queda reservado para los clientes de la Gestión Personalizada. Pero si me gustaría hacer aquí algunas sugerencias interesantes e insistir en que observen atentamente las diferencias entre países emergentes y valoren que esas tendencias probablemente se mantengan en el medio plazo.
Como he comentado al inicio, tengan también muy en cuenta las modas. ¿Se acuerdan de los BRIC? Pues ahora ya nadie se basa en este concepto a la hora de invertir en emergentes. La existencia de modas es inherente a los mercados y saber detectarlas es importante. Ya lo dijo Keynes: “el mercado es como un concurso de belleza. No gana la más guapa, sino la que más votos tiene”. Les sugiero detecten sin prejuicios que es lo que está “de moda”, tanto a nivel de países como de sectores y temas de inversión. En los países emergentes y en los mercados en general. Y obviamente sálganse antes de que deje de estarlo. Pero mientras esté “en boga” sáquenle partido.
Keynes: “el mercado es como un concurso de belleza. No gana la más guapa, sino la que más votos tiene”.
En el caso de los emergentes consideren, asimismo, como les puede afectar que en Occidente – y en cierto modo también allí – estemos en plena revolución industrial, conocida en esta ocasión como revolución digital. No es casual que haya más interés por la microelectrónica que por la soja, el azúcar el café o el petróleo. O que suba el paladio mucho más que el algodón.
Finalmente, tengan en cuenta que si se invierte en emergentes hay que “pedir” una prima de riesgo. Si se puede ganar un 10% en el SP 500 o un 18% en el Nasdaq, como es el caso este año, lo mínimo que le pido a un mercado mucho menos liquido y mucho más volátil como puede ser una bolsa emergente es que supere sobradamente esa rentabilidad. De ahí que este año tenga emergentes en cartera, como he comentado en informes anteriores, pero de forma “selectiva” (sic) y con menos peso que, por ejemplo, EE.UU.