Es el otro riesgo “conocido” del mercado y es el más probable: que se produzca un repunte de la volatilidad, que está en niveles históricamente bajos.
Hablamos de esto en el primer informe. El caso es que ha habido repuntes, pero han sido más bien modestos. Aún así, llama la atención los niveles tan bajísimos de volatilidad en los que nos encontramos.
La buena noticia es que eso es bueno para el mercado. Y que puede durar mucho tiempo, como ocurrió, aunque a la inversa, durante el periodo 1.997 – 2003 y de 2007 a 2011. Como se puede apreciar en el gráfico que viene a continuación, tuvimos dos largos períodos de alta volatilidad.
Es curioso que llame tanto la atención un periodo de baja volatilidad cuando llevamos muchos años que han sido un “sin vivir” (alta volatilidad)
Es curioso que llame tanto la atención un periodo de baja volatilidad cuando llevamos muchos años que han sido un “sin vivir” (alta volatilidad)
La mala noticia es que, incluso en un periodo de baja volatilidad, que puede durar mucho tiempo, tiene que haber repuntes. Si observamos el grafico, recuerda al del consumo eléctrico: hay picos y valles. Nunca solo picos o sólo valles (en un periodo largo de tiempo) Al igual que cuando la volatilidad era muy alta hubo también momentos de tranquilidad.
Grafico: media de volatilidad según el Índice VIX. Desde 1993.

El caso es que la volatilidad mide, sobre todo, el nivel de miedo que hay en los mercados. La tensión que respira en cada período entre los inversores. Ojo: también puede repuntar en momentos de euforia bursátil. Pero, normalmente, los repuntes de volatilidad se deben más al miedo que a la euforia, porque cuando el mercado se sale de verdad del tiesto es en las caídas, no en las subidas, que suelen ser graduales.
Obviamente esta no es la definición ortodoxa de la volatilidad, pero dejemos para otro tipo de informes la utilización de términos que no entiende la mayoría de la gente, que, por cierto, muchas veces se utilizan cuando no se saben explicar las cosas.
La volatilidad es un concepto estadístico, pero, a nuestros efectos, indica cuando el mercado esta asustado, inquieto o, en el mejor de los casos, eufórico. Y por eso siempre hay un repunte: porque el dinero es miedoso y, ocasionalmente, eufórico. Y siempre ocurre algo que “le pone de los nervios”. Lo extraño es que lleve tanto tiempo tranquilo. Y por eso es muy posible que haya un repunte de volatilidad, así que vamos a pensar en tres posibles escenarios de repunte de la volatilidad y cuánto caería el mercado en cada uno de ellos.
No voy a entrar en el escenario Armagedon, aquel en que la volatilidad vuelve a niveles como los de la crisis en China, Lehmann o la crisis del euro. Si trabajáramos con esa expectativa nunca invertiríamos. Por eso se ha perdido mucha gente esta ultima e histórica subida bursátil, por escuchar a quienes anuncian constantemente el fin del mundo. Sólo debemos gestionar pensando en el fin del mundo cuando haya probabilidades o al menos indicios de que se produzca. Por el momento, con los datos que tenemos ahora mismo, el cielo no va a caer sobre nuestras cabezas. Pero tener un susto, si que podríamos tenerlo. Y también podríamos volver, al menos temporalmente, a la media.
La media de la volatilidad del índice SP 500, calculada desde el año 1993, es del 20%, como puede verse en el gráfico.
Supongamos que asistiéramos a un repunte considerable de la volatilidad que produjera una reversión a la media. Actualmente estamos en niveles de 10. Volver a la media podría suponer, según mis cálculos, una caída bursátil entre e 8% y el 11% (dependiendo de la brusquedad del movimiento)
Ahora bien, si nos fijamos en lo ocurrido en los dos últimos años – ver gráfico – , la tendencia es a que los repuntes sean menores, es decir, a “picos” más bajos. En otras palabras: un repunte acorde con el entorno actual sería pasar de 10 a 17, por ejemplo. En ese caso la corrección se movería más en el entorno del 4% al 6%. En ausencia de novedades importantes es el repunte – y la corrección – que, de ocurrir, tiene más probabilidades de producirse en el escenario actual.
Conclusiones:
- Tendría toda su lógica que el VIX tuviera un repunte. De ahí la necesidad de contar con liquidez para aprovecharlo. Vemos que en este periodo los repuntes son escasos y siempre han sido oportunidades de compra.
- La reversión a le media es probablemente un objetivo excesivo. Un repunte a niveles de 15 o 17 puntos parece más acorde con la realidad actual del mercado.
- Salvo imprevistos, conflictos geopolíticos u otro tipo de crisis nunca descartables, en este mercado una corrección entre el 4% y el 6% empieza a ser una oportunidad de compra.
- No debemos prestar demasiada atención a quienes se rasgan las vestiduras por lo baja que está la volatilidad. Ni salir del mercado por ese motivo. En los últimos 24 años ha habido periodos muy largos – 15 años sumados en total – en los que la volatilidad ha estado muy por encima de la media y que la media era el suelo. Ahora es al revés. Estamos por debajo porque hemos estado muy por encima.
- Podríamos estar así un año entero más y no pasaría nada, porque precisamente para que la media sea de 20 y habiendo estado muchos años por encima – y de hecho muy por encima entre 2007 y 2011 -, tiene toda su lógica que revirtamos a la media. Y para ello hay que pasar unos años de baja volatilidad.