¡Es el mercado, estúpido!
Es lo que le habría dicho yo, parafraseando a Bill Clinton, a quien haya elegido la portada del The Economist de mayo. Y al director del semanario le diría aquello de “¿Y tú también, hijo mío?” que le dijo Julio Cesar a su hijo adoptivo, Bruto, mientras le apuñalaban. Incluso alguien del prestigio de The…